Lo único que le faltaba a Morena en Puebla, en medio de las campañas y de los tiempos electorales, para acabar de regar el tepache y poner un clavo más en su ataúd electoral, es que la vacunación anti-Covid, la aplicación de la segunda dosis a personas mayores de 60 años, volviera a ser un desastre.
Y así lo fue por enésima ocasión.
Por eso, además, volverán a cambiar la sede. Ya está confirmado.
Porque ayer, la 25 zona militar del estado fue un completo caos.
Hubo embotellamientos, filas interminables, lamentos de todo tipo, mentadas de madre, una intensa lluvia, atropellados, un desastre total, y hasta una camioneta volcada, por tratar de huir luego de haber arrollado a un anciano.
Los elementos del ejército mexicano no lograron controlar la situación, se les salió de control y tuvieron que aguantar los reclamos e insultos de la gente.
Eso sí, todo mundo se preguntó: ¿A quién carajo se le ocurrió volver a cambiar las sedes?
Hubo, incluso, quien reclamó a grito tendido por qué cambiar de lugar la inoculación si en Ciudad Universitaria (CU) de la BUAP ya se habían organizado y acomodado.
Y eso que, en CU, al principio, también hubo aglomeración y enfado de la gente por el retraso de la vacuna.
La mayor parte de los asistentes tronaron en contra del gobierno federal y de Morena, pues manifestaron que a más de un año no es posible que la pandemia, las campañas de salud para contrarrestar el Covid-19, pero sobre todo el caos y el desorden, sigan ganando.
Por cierto, ¿quién habrá sido el “inteligente” que ordenó cambiar los puntos de la segunda dosis de vacunación?
¿No es un problema innecesario?
¿Y lo hacen en medio de la elección?
De una elección muy reñida, competida y peligrosa para el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien es el que está pagando los platos rotos del desastre llamado pandemia.
Bien dicen que Morena y su principal aliado están haciendo todo lo posible para perder los comicios.
Es evidente que el desprestigio del partido en el poder, el que gobierna el país, crece cada que se observa el desorden generado por una mala planeación en las jornadas y la logística de la vacunación.
¿Hasta cuándo logrará el gobierno federal, y ahora el ejército, poner orden?
Y poner orden en todo, no sólo en la vacunación o el control de la pandemia, sino en materia de seguridad, de gobernabilidad, y de apoyo a los verdaderamente necesitados.
Porque si querían que el país cambiara vaya que lo están logrando, pero para mal. Se está hundiendo.
Ahora entiendo porque dicen “estábamos bien cuando estábamos peor”.
El caso es que en nada abona a Morena y a todos sus candidatos el desastre que se genera cada que se aplica la vacuna anti-Covid, y no sólo en Puebla sino en todo el país.
Está claro que el país está de cabeza por la mala planeación y por las inútiles acciones del gobierno federal para contrarrestar la pandemia, cosa que a ver si no se lo cobran en las urnas al presidente.
En Puebla, el panorama para Morena no es el más alentador, pues sus conflictos internos amenazan a todos sus abanderados.
La próxima elección va a ser un buen ejercicio para vislumbrar cuál será el futuro de Morena y de AMLO, ya veremos si ambos mantienen el poder, si se da un divorcio y el presidente no cambia y termina en Fuerza por México, si sus posibles sucesores se logran sostener y si el Poder Legislativo sigue a su merced.
Falta mucho todavía por ver.
Ya veremos si Morena no se desmorona, como ya lo dije antes.
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En San Martín Texmelucan se perfila el triunfo del candidato a edil por el PAN, Edgar Salomón Escorza, quien a pesar de los embates, de la campaña de desprestigio en su contra y de las decisiones celestiales, va a lograr interponerse a la edil con licencia y candidata de Morena, Norma Layón Aarun.
Todo mundo sabe que San Martín es tierra de nadie y lo único que va a sacar del hoy al municipio es un cambio radical, un nuevo gobierno y una nueva autoridad.
De lo contrario, si es que Norma Layón repite y se reelige en el cargo, nada va a cambiar y la región seguirá siendo rehén de la corrupción, del huachicol, del robo de hidrocarburo, de la delincuencia organizada y de la mafia en el poder.
Ayer, la gente de la edil y candidata envió un vídeo por mensaje masivo, vía celular, en el que aparece Norma Layón denunciando presuntas amenazas del candidato panista; sin embargo, el material sólo evidenció que la candidata de Morena no sólo es una mala gobernante sino una pésima candidata y declarante.
No sabe ni hablar, ni razonar su propio discurso, pues mostró que su denuncia la iba narrando luego de escucharla en su “chicharito”, en el diálogo que le estaban leyendo.
Ni eso puede hacer bien, ya es el colmo, carajo.
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