Con la obsesión de agandallarse, a como dé lugar, la candidatura del PAN a la presidencia municipal de Puebla, Genoveva Huerta inició una estrategia, en complicidad con el Instituto Electoral del Estado, para censurar en el 2021 a los medios de comunicación que fueron críticos del morenovallismo, con el claro objetivo de violentar la libertad de expresión en la elección intermedia del próximo año.
Al igual que sucedió al inicio del oscuro régimen morenovallista cuando el siniestro Rafael Moreno Valle impulsó la famosa #LeyMordaza para minimizar las críticas a su gobierno, a través de denuncias en contra de todos los periodistas independientes que osaran cuestionar a su administración, Huerta Villegas intenta seguir la misma ruta para que, en caso de lograr imponerse como la abanderada de Acción Nacional en la Angelópolis, ningún columnista o medio de comunicación pueda escribir de ella a menos que sea para alabarla o aplaudirle durante las campañas electorales próximas.
La censura y la intolerancia, tan características de Moreno Valle, corren por las venas de Genoveva Huerta, a quien le molesta de sobremanera ser calificada como “marginal y radical”.
Para lo anterior, la lideresa estatal del PAN buscará sentar un precedente antes del inicio del proceso electoral, que renovará las 217 alcaldías y el Congreso del estado, para que durante los comicios intermedios exista ya dos antecedentes de violencia política de género de la que, supuestamente, fue víctima por parte de dos periodistas locales.
La nueva Ley Mordaza de “La Jena Geno” para que, como candidata a alcaldesa de Puebla, no sea tocada por la prensa ni con el pétalo de una rosa.
Que vivan los halagos, pero que muera la critica.
Huerta Villegas hace unas semanas, presentó ante el IEE un par de denuncias en contra de este reportero y en contra del director de Diario CAMBIO, Arturo Rueda, por violencia política de género tras no soportar las críticas a su inoperante gestión al frente del Comité Directivo Estatal del PAN y a su carente trabajo político como la principal oposición al gobierno de Miguel Barbosa.
Sin más argumentos y recurriendo al lugar común de la violencia de género y en total complicidad con los consejeros morenovallistas que aún se sobreviven en el Instituto Electoral del Estado, la presidenta del CDE del PAN quiere evitar que quien esto escribe y el autor de la columna Tiempos de Nigromante mencionen su nombre en El Incorrecto o en CAMBIO o en redes sociales durante la elección intermedia del 2021.
Y es que, Huerta Villegas logró que, la semana pasada, los consejeros del IEE cambiaran en comisiones el proyecto de resolución que desechaba sus denuncias en contra de los periodistas por ser un claro atentado, sin precedentes, a la libertad de expresión en Puebla.
Pero, los consejeros afines al morenovallismo echaron por borda el primer proyecto y plantearán en días próximos uno nuevo con medidas cautelares a favor de la lideresa del PAN con lo que este reportero y Arturo Rueda no podrán escribir en nuestros medios ni mencionar en nuestras redes sociales el nombre de la presidenta del Comité Estatal albiazul.
Es más, el IEE no ha enviado las notificaciones correspondientes ni a este columnista ni al director de CAMBIO y ha negado el derecho a defendernos de las acusaciones sin sustento de Genoveva Huerta.
Ni el derecho a una justa defensa pudieron respetar los consejeros electorales.
Para Genoveva Huerta y para los consejeros del IEE, la libertad de expresión no tiene ningún valor.
De ser “jefa”, ahora Genoveva ya es “La Dictadora”.
¿Cómo alguien que no soporta la crítica y busca censurar a los medios de comunicación pretende llegar a la presidencia municipal de Puebla?
¿En dónde estaban los consejeros que hoy se ponen del lado de Huerta Villegas cuando en las elecciones del 2016 se violentaba a Blanca Alcalá, Ana Teresa Aranda y Roxana Luna en todos los medios que controlaba el morenovallismo?
¿Genoveva Huerta ya olvidó las humillaciones a las exintegrantes del CDE del PAN a las que hizo renunciar sin ningún motivo?
Con Moreno Valle, Puebla vivió sus años más oscuros en el ejercicio libre del periodismo para que, ahora, Genoveva Huerta y los consejeros del IEE busquen ponerles otra vez la mordaza a los periodistas y comunicadores del estado.
Está claro que Huerta Villegas representa un regreso a un pasado ignominioso al que no queremos volver.
Genoveva Huerta sí puede abusar en sus ofensas contra todo lo que huela al lopezobradorismo, pero tiene una tolerancia de cristal a la crítica.
Qué vergüenza que los consejeros del IEE le hagan de comparsas a una mujer que se forjó en lo peor de la política aldeana como lo fue el morenovallismo.
Los panistas de cepa tendrían que fijar una postura acerca de la mordaza de su lideresa estatal.
Que les quede claro: aquí no nos dejaremos amedrentar ni amenazar por intolerantes ni paleros.
Por la libertad de expresión en Puebla.