A finales de la semana pasada fue expuesto el descubrimiento de espacios subterráneos en el Zócalo de Puebla, incluso el gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que se buscaría la protección de éstos a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y, al respecto, el organismo federal, respondió que “se conocen desde hace tiempo” y su estructura combina elementos contemporáneos.
“Es necesario aclarar que estos se conocen desde hace tiempo y que algunos de ellos presentan materiales constructivos contemporáneos, por lo que durante el proceso de intervención del Zócalo se podrán llevar a cabo las exploraciones de estudio y análisis a través de los especialistas en arqueología que, en conjunto con los arquitectos y restauradores del Centro INAH Puebla, le darán el seguimiento a los trabajos de intervención en el espacio urbano”, refiere el INAH.
Lo anterior fue dado a conocer a través de un comunicado en el que también se expone que el organismo ha estado supervisando las obras realizadas en el corazón del Centro Histórico y que encabezan el Ayuntamiento de Puebla y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).
Así, se indica que el proyecto denominado “Renovación del Zócalo de Puebla”, es analizado por el Instituto, con la participación de especialistas en monumentos históricos, restauración, arqueología e historia, con el fin de garantizar la debida conservación, protección y rescate de los valores patrimoniales que residen en este espacio.
“El INAH, como el organismo especializado en la preservación del patrimonio de la nación, está desarrollando un minucioso proceso de revisión, análisis y asesoría del proyecto, verificando que las diferentes acciones propuestas respeten la traza urbana histórica y valores de la Plaza Mayor de la ciudad de Puebla”, refiere.
El INAH reiteró que los elementos originales o históricos integrantes de la morfología física del Zócalo y su entorno, tales como el material constructivo para recubrimientos, además de las obras escultóricas y de ornato, tales como la Fuente de San Miguel, conjuntos escultóricos, macetones o pebeteros, placas y pedestales, bancas de fierro fundido y luminarios artísticos de varios modelos, entre otros, serán conservados en la obra.
Por ello mismo, el Instituto ha solicitado un escrupuloso registro notariado de los diferentes elementos antes señalados, incluyendo el mobiliario urbano contemporáneo, para constatar su control y protección.
Incluso las piezas de piso basáltico ─comúnmente denominadas como laja poblana─, las cuales fueron integradas a la plancha del Zócalo en diferentes momentos de la segunda mitad del siglo XX y algunas otras durante el XXI, están siendo registradas minuciosamente, procurando con ello la conservación de un material pétreo natural característico de la región y un elemento conformador de la imagen tradicional del Centro Histórico de la Ciudad de Puebla.