“Y si hoy no vas con tu familia”, “Te ves mejor con esta ropa”, “Porqué le hablas a él”, “No hagas tal o cual cosa”, “Si me quieres no lo hagas”, y muchas otras frases pueden representar el inicio de un tipo de violencia, que en caso de no tratarse podría desencadenar en agresiones físicas y empeorar.
En entrevista para este medio, las especialistas en el tema, María Carmen Mora Ávila y María Guadalupe Chávez Ortiz, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAPE) y de la Universidad Iberoamericana (Ibero), respectivamente, coincidieron en que detrás de la violencia hay un patrón de control de dominio sobre el otro.
En este sentido la catedrática de la Universidad Ibero refirió que es común ver en las parejas acciones que pudieran considerarse “normales o naturales”, sin embargo, dependiendo de la frecuencia y forma en decir las cosas es como se ve la diferencia de un inicio de violencia.
Esto implica indicaciones o “sugerencias” de este tipo:
- Controla tu forma de vestir / actuar
- Limita con quién y a qué sales
- Frena tu contacto con otras personas
- Emplea chantajes para que se cumple lo que desea
Comentó que entre los primeros signos de que algo empieza a estar mal, está el deseo de control que hay de la pareja hacia la mujer pues en muchos casos los hombres quieren disponer de sus amistades, su manera de vestir, su forma de arreglarse, incluso del tiempo que conviven con su familia.
“Si tu pareja de pronto cuestiona amistades, en qué ocupa su dinero en caso de ser una mujer con algún empleo, la manera de vestirse e incluso publicaciones en redes sociales, pudiera ser un indicador de que inicia un tipo de violencia en dicha relación” refirió.
Abundó que de diez parejas, por lo menos cuatro han presentado este tipo de situaciones en el noviazgo, por lo que al asumir una relación más formal la situación en muchas ocasiones pudiera agravarse.
De acuerdo con la especialista de la UPAEP, esta forma de violencia se genera poco a poco ya que se ejerce de manera paulatina, incluso en algunos casos se llega a presentar un situación donde la mujer ya no es capaz de decidir por sí misma, y tiene que pedir la aprobación de su pareja.
Actualmente otro de los factores que intervienen para que se dé la violencia en este tipo, son las redes sociales, pues está comprobado que muchos conflictos de pareja, sobre todo en gente joven, han sido por el tema de la tecnología.
“Hasta cierto punto es “natural” que cualquier persona tema perder el objeto de amor, pero ya no es normal aferrarse y ver qué hace, pedir contraseñas o molestarse por cada like o registro de amistad” indicó.
Y es que cuando se recurre a este tipo de acciones se cae en una patología denominada celotipia, que forma parte de la antesala de la violencia física.
“Consiste en celos patológicos y excesivos; es alarmante que de cada 10 parejas se presentó un signo de violencia desde el noviazgo en por lo menos cuatro, y de acuerdo con estadísticas mundiales, de esas cuatro parejas al menos 2 sufrirían violencia física en algún momento de su vida juntos” comentó.
Cabe hacer mención que en México intervienen usos y costumbres, como por ejemplo vender a las mujeres, que en alguna zona aún se decida con quién se casan, además del machismo que no se ha erradicado.
Un dato importante es que durante la pandemia ocasionada por el Covid-19 así como el confinamiento social que se ha registrado, la violencia contra la mujer ha incrementado en un 30 por ciento, lo que ha generado más atención en el ramo y una gran cantidad de divorcios.