La Quinta Columna por Mario Alberto Mejía
Ana Teresa Aranda tiene pésimos recuerdos de las carreteras.
Tres de los hombres más cercanos a su vida fallecieron, por separado, en accidentes automovilísticos.
Miguel Ángel Bello, que de chofer pasó a ser el jefe de Compras del DIF nacional -en el periodo en el que ella estuvo al frente del organismo durante el sexenio de Vicente Fox-, se mató a bordo de su lujosa camioneta Ford F-150 -edición Harley Davidson- cuando transitaba rumbo a su pueblo: una ciudad cercana a Teziutlán.
Aurelio Muñoz, esposo de una diputada del PAN por Zacatlán, se impactó junto con su familia muy cerca de ese lugar de la Sierra Norte en un entronque carretero.
Luis Orea, su marido, se quedó dormido cuando venía a Puebla procedente de Huamantla, Tlaxcala, a las cuatro de la mañana.
Había encabezado algunas diligencias de la organización campesina que presidía.
Este sábado, la señora Aranda tuvo un aparatoso accidente en un lugar cercano a Huauchinango, muy cerca de la junta auxiliar Venta Grande.
En ese mismo sitio, hace algunos años, equiperos de Víctor Giorgana, a la sazón candidato a diputado local por ese distrito, chocaron contra un vehículo en movimiento.
Resultado: falleció el hijo de un periodista de la región.
Esa zona es particularmente complicada debido a los desniveles de la carretera que impide ver si del lado opuesto viene algún automóvil o camión.
En un primer momento, no faltaron quienes hablaron de un atentado en contra de Ana Teresa Aranda.
Luego pasaron a otro tema al ver que las evidencias arrojadas iban por otro rumbo: el de los accidentes carreteros.
Meade y Moreno Valle: una visita al MIB.
El jueves pasado, antes de la inauguración del Museo Internacional del Barroco (MIB), el gobernador Rafael Moreno Valle invitó a José Antonio Meade, Juan Manuel Vega Rayet y Luis Banck Serrato a recorrer las salas de exhibición.
Custodiados sólo por los escoltas, Moreno Valle y sus invitados compartieron la emoción del viaje propuesto por el curador Miguel Ángel Fernández.
El secretario de Desarrollo Social estaba impactado.
Y es que como secretario de Hacienda le tocó proponerle al gobernador de Puebla la creación de un museo de estas proporciones.
Una vez antes recorrió el MIB en otras condiciones: cuando aún estaba en obra negra.
El impacto de este jueves no tuvo parangón.
Su emoción fue tal que cuando Vega Rayet, delegado de la Sedeso en Puebla, lo llevó al helipuerto, seguía elogiando todos los detalles del museo.
Hay que decir que junto con Rafael Tovar y de Teresa, Meade es uno de los secretarios de Estado más cultos del gabinete de Enrique Peña Nieto.
No sólo eso: es un reconocido experto en el tema del arte y dueño de una muy elogiada colección de lienzos y esculturas.
Por la parte materna -Kuribreña- es heredero de una tradición escultórica sin par.