Serpientes y Escaleras por Ricardo Morales
No quería decir el clásico, se los dije, pero se los dije, este fin de semana en el Congreso Nacional Extraordinario del PRD se aprobó el que este partido político pueda ir en alianza con el PAN en algunos estados del país, mismos que ya también les adelante (Zacatecas, Tlaxcala, Veracruz, Puebla y Oaxaca).
Lamentablemente para los priistas de Puebla que afirmaban que el gobierno federal no iba a permitir una alianza entre el PAN y el PRD para el 2016, como ya es costumbre, nadie movió un solo dedo, a pesar de que confiaban en que las cosas iban a cambiar con la llegada de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del tricolor.
Por supuesto que uno de los más contentos por esta decisión es el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, quien fue de los principales impulsores de la alianza electoral entre el PAN y el PRD, sabedor que la suma de fuerzas hace casi imposible que pueda perder la elección del próximo año.
El priismo poblano se volvió a ir con la “ilusión óptica” generada por el triunfo que obtuvieron en la pasada elección federal y la llegada de Beltrones, pero no contaban con la habilidad política del mandatario poblano, quien está por reeditar la coalición de fuerzas políticas que lo llevo al triunfo en el 2010.
Acuérdense que también se los adelanté en este mismo espacio, Nueva Alianza el partido magisterial, volverá a jugar al lado del gobernador Moreno Valle por última ocasión, con lo cual se acabará de cocinar la suma de fuerzas políticas para enfrentar al PRI y al Verde en el 2016 en Puebla.
No es que el PRD le aporte mucho al PAN en Puebla para la lucha electoral que se avecina. En el pasado proceso electoral federal, el partido del sol azteca se fue hasta la cuarta fuerza política en el estado, pero sus 5 o 6 puntos, son los suficientes para hacer la diferencia, así como también permite al candidato panista “disfrazarse” de ciudadano, al poder acumular una serie de fuerzas políticas difuminando la marca.
Por otra parte, no es por desanimar a los priistas poblanos, pero queda demostrado una vez más, que el Comité Ejecutivo Nacional, poco o nada le importa Puebla, aunque en el discurso oficial siempre aludan a que la entidad es clave políticamente para la dirigencia nacional.
En los hechos han abandonado una vez al priismo poblano, ya que una de las condiciones que habíamos marcado como señales para saber si el PRI iba a pelear o no en Puebla, era que se le impidiera al gobernador reeditar la coalición de fuerzas que lo llevaron al poder en el 2010.
Y es que las coaliciones han demostrado una y otra vez ser “kriptonita” pura para el priismo, el cual aún no haya el antídoto para poder frenar los triunfos de las coaliciones PAN-PRD, las cuales desde el 2010 a la fecha, han demostrado su efectividad electoral.
En el 2010 el entonces candidato Javier López Zavala, se quejó una y otra vez porque la dirigencia nacional del PRI en ese entonces en manos de la tlaxcalteca, Beatriz Paredes Rangel, dejó pasar las coaliciones PAN-PRD, los efectos fueron terribles, Zavala fue arrasado en Puebla y lo mismo sucedió con el PRI en Sinaloa y Oaxaca.
En el 2011 en la elección del Estado de México, a la sazón el entonces gobernador de esta entidad y ahora presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no dudó en hacer hasta lo imposible por dinamitar la alianza PAN y PRD contando con la complicidad de Andrés Manuel López Obrador, quien se convirtió en el principal crítico de la unión entre azules y amarillos.
En el 2013 de nueva cuenta el PRI nacional dejó pasar la alianza en Puebla y a esta se sumó el esquema local de las candidaturas comunes y el resultado volvió a ser el mismo para el tricolor, una rotunda derrota electoral en el Congreso y los 217 ayuntamientos que estuvieron en juegos.
En el pasado proceso electoral no hubo coalición, el PAN fue por su lado y el PRD por el suyo, el resultado fue que el PRI obtuvo 9 de las 16 diputaciones que estuvieron en juego, 3 en la capital del estado, el PAN se fue al segundo lugar y el PRD cayó hasta el cuarto lugar en las preferencias, pese a que llevó como candidatos a varios expriistas como Reyes Cardoso en Teziutlán, Elvia Suárez en Zacatlán y Jacobo Aguilar en Tehuacán, entre otros.
No es por meter cizaña pero para mí que al priismo poblano lo van a volver a dejar solo y algo ha de saber de esto el gobernador Moreno Valle, el cual envió una señal más que contundente hace unos días, de la confianza que tiene en ganar en el 2016, que envió a su esposa Martha Erika Alonso a hacerse cargo del Comité Estatal del PAN, algo que difícilmente se entendería en otras circunstancias.