A Puerta Cerrada por Jorge Rodríguez Corona
Si se cuenta usted entre los priistas que esperan la sustitución de Ana Isabel Allende Cano en la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, tendrá que aguardar unos meses más, por lo menos hasta que concluya el proceso electoral por el que se renovará el Poder Ejecutivo a mediados del próximo año.
Parece que han rendido fruto las buenas relaciones de la lideresa tricolor con el nuevo dirigente nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien ya le habría confiado a la poblana su interés por mantenerla al frente del PRI estatal para encarar la disputa por la minugubernatura.
Además de Manlio Fabio, Allende ha procurado las relaciones públicas con el secretario de Gobernación de la administración federal, Miguel Ángel Osorio Chong, quien hace unos días la recibió en el edificio de Bucareli para intercambiar puntos de vista acerca de lo que ocurre en Puebla en materia política.
De ahí que pueda resultar infructuoso pensar en la eventual salida de Allende para lo que resta del 2015.
Eso sí, hay quienes sugieren desde la capital del país mandar un delegado especial que se haga cargo, junto con ella y a nombre del CEN, del proceso electoral.
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No, Javier Lozano Alarcón no será el presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, en lugar del casi expulsado Rafael Micalco Méndez.
En la última semana se corrió la versión de que el senador poblano podría ser la nueva carta del morenovallismo para hacerse de la dirigencia del partido blanquiazul, y se manejaron argumentos más o menos convincentes para tratar de darle credibilidad a la especie.
Se decía que Lozano sería el antídoto del grupo en el poder frente a la andanada de críticas que se esperan del PRI y de su candidato a gobernador, en contra de la administración estatal y de José Antonio Gali Fayad (para entonces abanderado del PAN), en las elecciones de 2016.
Dada la beligerancia del exsecretario del Trabajo, sonaba creíble.
Pero no será así.
Quién sabe si Lozano aceptaría una encomienda de esa naturaleza.
Quizá sí, pero con muy poco agrado.
Como sea, resulta ocioso debatir sobre un asunto inexistente.
Los jerarcas reales del panismo local quieren a alguien mucho más manejable que Lozano Alarcón.Y justo por eso es que Jesús Christian Giles Carmona, un muchacho de menos de 30 años egresado de la UPAEP, sigue en primera posición para el puesto.
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Cuentan que, si no lo era, la fiesta de cumpleaños que Enrique Doger Guerrero realizó para una de sus hijas el viernes pasado en el Salón Tres Marías tuvo rasgos de mitin político.
Basta con repasar la lista de los asistentes que fueron sentados a la mesa principal para sacar conclusiones.
Ahí estuvieron, compartiendo los alimentos con el anfitrión, el gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur; el exgobernador poblano Mario Marín Torres y su esposa Margarita García; la lideresa tricolor Ana Isabel Allende y su pareja Adolfo Karam Beltrán; el diputado federal Víctor Giorgana Jiménez y su esposa; la senadora Blanca Alcalá Ruiz (principal competidora de Doger en la contienda por la candidatura del PRI a la minigubernatura) y su hija Karina Romero, y el aún subsecretario de la Sedesol, Juan Carlos Lastiri Quirós.
A la celebración acudieron también el exdiputado federal José Luis Márquez Martínez; los hermanos Gerardo y Ernesto Lara Said; los empresarios Julián Ventosa Tanús y José Hanan Budib; el exsecretario de Seguridad Pública del sexenio marinista, el célebre (no por buenas notas) Mario Ayón Rodríguez y algunos exfuncionarios universitarios (de la BUAP) como Armando Valerdi Rojas y Nicolás Fueyo Mac Donald.
Dicen que el exrector y exalcalde, y ahora también exdiputado federal, se veía algo más que satisfecho.
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Dos diputados emanados del PAN dieron este domingo un empujoncito a la precandidatura todavía no formalizada de José Antonio Gali.
En un encuentro con empresarios, presidentes municipales y comisariados ejidales de la región de San Martín Texmelucan, los legisladores Rubén Garrido Muñoz (federal) y Víctor León Castañeda (local) lo ‘destaparon’ para convertirse en el inquilino de Casa Puebla a partir de febrero de 2017.
Lo interesante es que el alcalde de Puebla no rechazó esta vez la manifestación de apoyo.
Por el contrario, tras los discursos de rigor en el Club de Leones de la cabecera municipal, Gali le cantó (sí, literal) a los presentes y se quedó con ellos a comer tacos al pastor.
@jorgerdzc




