Enrique Núñez.
Una vez que ha quedado al descubierto, el espionaje que realizó el equipo de Rafael Moreno Valle en favor de Gustavo Madero, para tener acceso a toda la información del grupo de Ernesto Cordero en la pasada elección para definir al Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN; me parece más que evidente, que ahora que se aproxima una nueva elección, el gobernador poblano no tendrá empacho en utilizar nuevamente a sus operadores, para intervenir los celulares y las computadoras de Javier Corral.
En la elección del domingo 18 de mayo de 2014, Moreno Valle decidió apoyar con toda su estructura a Gustavo Madero, quien derrotó a Ernesto Cordero, en una elección plagada de excesos y anomalías.
No se necesita ser sabio para presagiar que ante el respaldo que el poblano le ha ofrecido a Ricardo Anaya, los operadores morenovallistas vuelvan a hacer de las suyas, para infiltrarse en la intimidad del equipo de su contendiente Ricardo Corral, quien deberá vencer no solo a Anaya y Madero, sino también, a las truculentas prácticas morenovallistas.
Hay que recordar que Moreno Valle triplicó el padrón de militantes del pan en el estado de Puebla, a través de una amañada afiliación corporativa, realizada desde las entrañas del propio gobierno estatal, habiendo sumado 22 mil miembros activos.
De la misma forma, con sus aliados en otros estados, el gobernador de Puebla logró inflar otros padrones, utilizando el mismo método, por lo que se calcula, cuentan con cuando menos 50 mil votos incondicionales, de estos panistas de dudosa procedencia.
En ese sentido, son dos los elementos adicionales que aporta Moreno Valle y que pueden representar un triunfo contundente para Ricardo Anaya: 50 mil votos corporativos y el espionaje en el que los operadores morenovallistas se han convertido en verdaderos expertos.
En mi columna del día de ayer, di cuenta de la forma en la que los operadores morenovallistas hackearon a Cordero y a la mayor parte de su equipo cercano. Retomemos un fragmento de mi última entrega: “Primero, le solicitaron a HakingTeam creara un e-mail que pareciera personal, que dijera: Estimado Miguel Abad.
En respuesta, el día de la elección, le mandan un archivo ya infectado de nombre VE_estimado_Miguel _Abad.docx, el cual es enviado a la cuenta ([email protected]) de Miguel Abad Carrillo quien formaba parte del grupo estratégico de la Campaña de Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva.
Para evitar desconfianza de la procedencia del mail y asegurar que fuera abierto, los e-mails remitentes siempre incluían en su cuenta el nombre de UIA Puebla.
En este caso, seguramente Abad Carrillo abrió el correo infectado y así, los espías morenovallistas ingresaron a su equipo.
En el cuarto de guerra corderista, estando reunido el grupo cerrado de Cordero, cinco de los ahí presentes -incluido Oliva- recibieron correos personalizados del e-mail estrategiacordero2014@ gmail.com mismos que al ser abiertos, quedaron totalmente hackeados por los espías de Puebla.
Estando juntos, Oliva le preguntó a Abad Carrillo de qué era el correo que le había mandado y cuando respondió que él no había mandado ningún correo, ya los demás habían abierto el suyo.
Sin saberlo, desde ese instante, el equipo de Moreno Valle conocía cada paso de Cordero.
Fuentes panistas me ratifican que quienes operaron esta elección fueron Eukid Castañón, Marcelo García Almaguer, Mariela Rodríguez Cano (operadora de Eukid, empleada de Solución Total Consultores y enlace con Celorio).” Tras la cita, es innegable que la mano negra de Puebla estará presente en la elección del 16 de agosto, en donde Javier Corral tiene una tarea más que complicada para imponerse al actual grupo en el poder: vencer a la estructura del propio Comité Ejecutivo Nacional operado personalmente por Madero; contrarrestar el voto corporativo implementado por Moreno Valle y evitar ser víctimas del espionaje, en donde se presume, participan Eukid Castañón y Marcelo García, quienes pos si fuera poco, forman parte del propio Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
En dos palabras, yo resumiría las aspiraciones de Javier Corral para alcanzar la dirigencia nacional blanquiazul: “Misión Imposible”.




