Un nombre comienza a ser medido y a aparecer en escena, se trata de la ex presidenta municipal de Puebla Blanca Alcalá Ruiz, quien gobernó esta ciudad de 2008 a 2011, haciendo una de las campañas más importantes de la historia reciente de Puebla, pues empezó 20 puntos debajo de su entonces adversario, el panista Antonio Sánchez Díaz de Rivera y terminó ganando por 20 puntos en la contienda constitucional.
Después de ser presidenta municipal de Puebla, jugó para ser la candidata del PRI a la gubernatura del estado, junto a Enrique Doger Guerrero, pero finalmente la designación recayó en el entonces secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, quien cayó derrotado por el panista Rafael Moreno Valle Rosas el 4 de julio de 2021.
Muchos aseguran que si Enrique Doger o Blanca Alcalá hubieran sido los candidatos, el PRI hubiera ganado esa elección, cosa que yo no creo, pero el hubiera es el verbo preferido de los que se lamentan.
El caso es que en el 2007, el marinismo atravesaba por su peor crisis provocada por el tema del Lydiagate, la detención ilegal de la periodista Lydia Cacho, quien fue arrestada en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, y trasladada en carro en un camino de 18 horas a la ciudad de Puebla, para hacerle un favor el empresario Kamel Nacif, quien apareció en el libro “Los Demonios del Edén”, mencionando como cliente asiduo del también empresario Jean Succar Kuri, quien fue sentenciado y murió en una cárcel de Phoenix, Arizona, por tráfico sexual de menores de edad.
Tras este escándalo, la administración marinista se fue en caída libre, pese a que continuó al frente de los destinos de Puebla al ser salvado por el voto de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia Olga Sánchez Cordero.
La elección del 2007 pintaba para ser un verdadero referéndum para la administración marinista. Acción Nacional perfilaba como candidato a la alcaldía al entonces subsecretario de Desarrollo Social a nivel federal dentro de la administración de Felipe Calderón y expresidente del CCE en Puebla.
Marín no tenía un candidato sólido, aunque pensaba en su secretario de Gobernación, Javier López Zavala, quien tenía los mejores números, pero estaba muy ligado al entonces mandatario. También un grupo periodístico-empresarial apoyaba al ex diputado federal y exaspirante a la alcaldía por el PAN, el excapitán del Puebla de la Franja, Roberto Ruiz Esparza.
Fue entonces que el presidente estatal del PRI, Valentín Meneses Rojas, compadre del gobernador, puso sobre la mesa el nombre de Blanca Alcalá, quien había sido presidenta de la Comisión de Hacienda en la legislatura del segundo periodo de Manuel Bartlett Díaz; había sido secretaria de Finanzas casi al término de esa administración y era vista como alguien con trayectoria limpia y perfil ciudadano.
En 2001 Blanca siendo delegada de Banobras en Puebla, registró buenos números en la lucha por la candidatura a la alcaldía de la capital, la cual finalmente recayó en manos del candidato el entonces gobernador de Puebla, Melquiades Morales, Carlos Alberto Julián y Nácer.
Nácer cayó derrotado en la elección de ese año ante el panista Luis Paredes Moctezuma, quien le ganó la designación en Acción Nacional al entonces candidato del Yunque, Francisco Emmelhainz Naveda.
Pero de regreso al 2007, Blanca fue propuesta por Valentín Meneses y triunfó en la elección de ese año, remontando 20 puntos que tenía en contra y ganado por tres.
Al término de su administración se retiró y en 2012 encabezó la fórmula del PRI al Senado de la República, llevando como su compañera a Lucero Saldaña, merced a que el entonces presidente estatal del PRI, Juan Carlos Lastiri, se bajó de la nominación para que no hubiera problemas por el tema de género.
Blanca tuvo un papel estelar en la administración peñista, en la cual incluso fue embajadora de México en Colombia y presidenta del Parlatino, que tiene su sede en Panamá.
Sus horas bajas vinieron después de la elección a la gubernatura del 2016, en donde el aparato morenovallista la hizo trizas, por cierto, un dato que nadie debe de perder de vista es que el coordinador de su campaña fue el hoy gobernador de Puebla, Alejandro Armenta.
De 2021 a 2024, Blanca fue diputada federal del PRI, partido del cual se alejó a causa de “Alito” Moreno, hoy Blanca es la carta más fuerte de Acción Nacional para encabezar, como ciudadana, una posible candidatura rumbo al 2027.
Es amiga de Claudio X. González, pero también lo es del presidente del PAN, Mario Riestra Piña, pues hablan el mismo idioma, con un perfil muy intelectual.
Subrayo, Blanca es conocida, no está mal calificada, su único problema es saber si va a querer enfrentar al gobernador Armenta, pero eso será tema de otra columna. Por cierto, como hombre, el mejor calificado es Lalo Rivera, pero si se mide mujer, la mejor posicionada es Blanca y a las pruebas me remito.




