Este 27 de agosto se definió la sucesión en la BUAP.
La inesperada y absurda postulación de Beatriz Gutiérrez Müller causó revuelo en medios de comunicación nacional, pero al interior de la BUAP generó un rechazo hacia la esposa de Andrés Manuel López Obrador.
La declinación de aspirantes, el desafortunado desmayo de Rodolfo Zepeda Memije y la aprobación de tres postulaciones ya despejaron cualquier duda con respecto al futuro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla para los próximos cuatro años.
Ayer se cayó la gran mentira que armaron los opositores de la rectora Lilia Cedillo con el paro de estudiantes y su frustrado intento de evitar la candidatura de la doctora.
La doctora tiene el respaldo de la inmensa mayoría de la comunidad universitaria y los 20 estudiantes que se manifestaron el lunes y los otros diez que acudieron ayer a apoyar a Rodolfo Zepeda Memije son lo poco que queda de la “oposición” en la máxima casa de estudios.
Lo que sigue será de trámite porque Ricardo Paredes y César Cansino serán candidatos legalmente reconocidos, pero no tienen ninguna oportunidad de triunfo.
La comunidad universitaria se prepara para cobijar y respaldar el proyecto de Lilia Cedillo para otro periodo al frente de la BUAP.
El lamentable desmayo de Rodolfo Zepeda Memije ante los integrantes de la Comisión de Auscultación representa la caída de la mentira que armaron contra la doctora Lilia Cedillo.
Se terminó la farsa y ahora verán la verdadera cara de los universitarios en estos días de campaña y el día de la elección.
Lilia Cedillo camina con paso firme para otro periodo como rectora de la BUAP porque así lo quieren los universitarios.
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