El Albergue Pergatuzoo, reconocido por el caso del perrito Simón –entregado por un niño para salvar a su mascota del maltrato familiar–, denunció ser víctima de extorsión, amenazas de muerte y hostigamiento por parte del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), en presunta complicidad con autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México.
La situación, que comenzó en marzo de 2024, ha escalado a niveles alarmantes: cobros de “derecho de piso” de hasta 50 mil pesos, amenazas contra los rescatistas, robo de donaciones, detenciones arbitrarias y acoso directo en sus domicilios.
“Nos piden 50 mil pesos o nos matarán. El sobrino Pergatuzoo fue amenazado y llevado al reclusorio. Ana (la fundadora del albergue) ha sido hostigada y amenazada por policías de la Ciudad de México para retirar denuncias y pagar la extorsión. Simón y su familia también fueron amenazados de muerte”, denunció Miguel, hermano de Ana, en una entrevista para el diario de circulación nacional Milenio.
Cobros de piso y amenazas desde 2024
El refugio, ubicado en el municipio de Nicolás Romero, Estado de México, resguarda a casi 3 mil animales, entre perros, gatos, burros, cerdos y caballos. Según narraron Ana Vargas y su hermano Miguel, las amenazas comenzaron cuando un hombre les exigió una “cooperación” de 50 pesos por estacionarse en una calle cercana. Pronto esa tarifa se convirtió en una cuota de 25 mil pesos, bajo advertencia de que era “zona controlada por el CJNG”.
La negativa a pagar desató una serie de intimidaciones. En su momento, el caso llegó a la conferencia matutina del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que motivó la intervención de la Guardia Nacional y la Marina con un operativo “Enjambre”, que detectó colaboración entre policías municipales y el crimen organizado.
2025: Regresan amenazas, ahora también en CDMX
Aunque en un principio se creyó resuelto, el pasado 18 de junio del presente año las amenazas resurgieron. Miguel Ángel, sobrino de la fundadora, fue interceptado en la Alcaldía Venustiano Carranza, en Ciudad de México, por hombres a bordo de una camioneta negra. Le exigieron 50 mil pesos mensuales, advirtiendo que “si en Nicolás Romero no se hizo nada, aquí sí”.
Intentó huir y buscó ayuda con elementos de la policía capitalina, pero los uniformados no solo no lo protegieron, sino que confiscaron ilegalmente una camioneta con alimento donado para el albergue, el cual nunca fue devuelto.
“Los policías a las 0:20 horas ya habían asegurado la camioneta de mi sobrino y cinco horas después se encontraban bajando los artículos que los propios policías se robaron”, declaró Miguel.
El joven fue detenido arbitrariamente y acusado de “daño en propiedad”, aunque más tarde fue liberado. En paralelo, las amenazas contra el albergue aumentaron, incluyendo mensajes intimidatorios, la entrega de un ataúd y la advertencia de que matarían a los animales, incluso a Simón.
Ana Vargas pide auxilio con señal de violencia
Ana Vargas, fundadora de Pergatuzoo, grabó un video con la señal de auxilio reconocida internacionalmente para denunciar que patrullas permanecieron varias horas afuera de su domicilio, grabándola a ella y su familia.
“Estoy siendo acosada por policías y extorsionada por autoridades de la CDMX. Por el CJNG. No voy a pagarles un peso. Son 50 mil pesos los que están pidiendo”, declaró en redes sociales.
El albergue no recibe ayuda gubernamental y se mantiene a través de donaciones. Su labor ha dado refugio a miles de animales maltratados o abandonados, pero hoy su existencia está en riesgo.
“Han amenazado con matar a los animales del albergue, al perro Simón y quemar el albergue”, denunciaron sus cuidadores.
Exigen intervención urgente de autoridades
La familia de Ana Vargas hizo un llamado urgente a las autoridades de Ciudad de México, del Estado de México y del Gobierno federal. Piden la intervención de la gobernadora Delfina Gómez, de Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y del funcionario Horacio Duarte, para garantizar la seguridad de quienes operan Pergatuzoo.
La historia de Simón, que conmovió a todo México por la nobleza de un niño que lo salvó del maltrato, podría terminar en tragedia si no se detiene el acoso criminal. Hoy, la prioridad del albergue es asegurar el bienestar de los animales, pero también la integridad de quienes los protegen.