El gobierno de Estados Unidos anunció el fin del Acuerdo de Suspensión de 2019 y la imposición de una cuota compensatoria del 17.09% sobre las importaciones de jitomate mexicano. La decisión fue tomada por el Departamento de Comercio y, según se informó, está alineada con las políticas comerciales del presidente Donald Trump y su enfoque hacia México.
Con esta medida, Washington pone fin a uno de los pactos bilaterales más relevantes en materia agroalimentaria. El Acuerdo de 2019 suspendía una investigación por dumping a cambio de que los exportadores mexicanos se comprometieran a vender jitomates frescos a precios mínimos y a reducir al menos el 85% de las prácticas identificadas como dumping.
La dependencia estadounidense afirmó que esta decisión responde a “prácticas comerciales desleales” que perjudican a los productores locales. “Nuestros agricultores han sido aplastados por precios injustos. Eso se termina hoy”, declaró el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
La cuota compensatoria del 17.09% afecta directamente a los productores de jitomate en México, quienes han sido señalados por vender el producto por debajo de su valor justo de mercado en Estados Unidos. No obstante, analistas como Jorge Molina, especialista en comercio internacional, aseguran que la sanción es más una decisión política que legal. “No hay evidencia sólida de dumping, y aun así impusieron la cuota”, indicó.
El conflicto no es nuevo. Desde 1996, la industria estadounidense del jitomate ha presentado quejas por competencia desleal. En ese periodo se han firmado cinco acuerdos de suspensión: 1996, 2002, 2008, 2013 y 2019. Sin embargo, la cláusula XI del acuerdo actual permite su cancelación con un aviso de 90 días, lo que fue activado recientemente.
La decisión podría impactar directamente en los precios del jitomate y derivados como la cátsup en Estados Unidos. Además podrá provocar tensiones diplomáticas y económicas entre ambos países. Hasta el momento, el gobierno de México no ha emitido una respuesta oficial.
El anuncio se suma a otras medidas proteccionistas del gobierno de Trump, que mantiene actualmente 768 órdenes antidumping activas. Analistas prevén que este nuevo arancel podría ser un punto de conflicto clave en la relación comercial México–Estados Unidos durante los próximos meses.