El senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Néstor Camarillo Medina condenó la eliminación del mural ubicado en el bulevar 5 de Mayo y 2 Oriente en la ciudad de Puebla, que rendía homenaje a mujeres sobrevivientes de ataques con ácido. A través de un comunicado, calificó la decisión del Ayuntamiento capitalino como un acto que “evidencia falta de empatía y desdén hacia una causa profundamente dolorosa”.
Camarillo recordó que fue en marzo de 2023 cuando Puebla se convirtió en el primer estado del país en visibilizar la violencia ácida y legislar en su contra. En ese momento, como diputado local, promovió reformas al Código Penal del estado y a la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en coordinación con la Fundación Carmen Sánchez y legisladores de distintos partidos.
“Tras la puesta en marcha de esta normativa no han existido más ataques con ácido en la entidad, por lo que es incomprensible el por qué la Gerencia del Centro Histórico del Ayuntamiento de Puebla decidiera borrar el mural”, señaló el senador.
La obra, realizada por el estudiante de arquitectura de la BUAP Alejandro Herrera Barrera, retrataba los rostros de Carmen Sánchez, Leslie Moreno y Esmeralda Millán, mujeres que sobrevivieron a agresiones con sustancias corrosivas. El mural fue pintado como parte de un esfuerzo artístico y social para visibilizar esta forma extrema de violencia de género, y se volvió símbolo de la lucha colectiva por justicia.
En su pronunciamiento, Camarillo destacó que el mural no solo era una expresión artística, sino una representación simbólica del sufrimiento y la resiliencia de las víctimas.
“La naturaleza de este mural era plasmar con el arte sentimientos que hicieran evidente este tipo de violencia que puede ser considerada como la peor de todas”, indicó el legislador.
Ayuntamiento alega deterioro y vandalismo
El Ayuntamiento de Puebla, a través de la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, justificó la eliminación del mural señalando que el mismo presentaba “notable deterioro debido a las inclemencias del clima y al constante vandalismo”, lo que supuestamente impedía “apreciar y honrar la causa que representa”.
En respuesta a la polémica, la Gerencia informó que se realizará una nueva intervención artística en el mismo espacio, con el objetivo de “continuar visibilizando la lucha de las mujeres y consolidar este punto como un símbolo para la erradicación de la violencia de género”. Sin embargo, hasta el momento no se ha informado quién realizará el nuevo mural ni cuál será su contenido.
Una causa que no puede ser borrada
Camarillo subrayó que gracias a la legislación impulsada en 2023, las agresiones con ácido ya se sancionan en Puebla, lo que demuestra que la presión social, el arte y la política pueden converger para proteger a las víctimas. No obstante, consideró un retroceso simbólico la remoción del mural original.
“Hoy, las agresiones con ácido se sancionan gracias a la unidad en torno a la protección de las víctimas que por muchos años tocaron un sinfín de puertas para ser escuchadas”, apuntó.
El caso ha generado reacciones divididas en redes sociales y en la opinión pública, donde organizaciones de mujeres y colectivos feministas han exigido transparencia en el proceso y respeto a las expresiones de memoria colectiva.