La visita de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, a Puebla toma todavía mayor notoriedad si se toma en cuenta que este encuentro ocurre en el marco de una serie de decisiones en el ámbito político, en el cual la mandataria y jefa de las Fuerzas Armadas comienza a hacerse del control total del país.
Los primeros meses de gestión de la presidenta no han sido fáciles y así se sabía, era previsible el que tenía que cumplir con una buena parte de los compromisos que heredó por parte de su antecesor como la llamada reforma al Poder Judicial, entre otros asuntos.
Sin embargo, el arribo a la presidencia de los Estados Unidos de Donald Trump ha acelerado el hecho de que la presidenta comience a imponer su propio sello dentro de la administración pública y en las decisiones más importantes del país.
De entrada, Sheinbaum ya dejó atrás la política emprendida por López Obrador, de “abrazos y no balazos”. De la mano de su secretario de Seguridad y hombre de todas sus confianzas, Omar García Harfuch, la presidenta ha enfrentado a varios grupos del crimen organizado, aunque eso no quiere decir que estemos ni lejos de alcanzar los niveles de seguridad que quiere el pueblo de México.
La entrega a los Estados Unidos de 24 capos del crimen organizado como lo pidió el presidente Trump y las buenas relaciones establecidas entre la mandataria de México, que han impedido la entrada en vigor de los aranceles en contra de los vehículos armados en el país con el 75% de componentes nacionales, son, sin duda, dos actos que tal vez no hubieran ocurrido si Sheinbaum hubiera seguido con la línea del tabasqueño.
Pequeños movimientos dentro de su gabinete como las designaciones de la empresaria poblana Olivia Salomón dentro de la Lotería Nacional y de otro poblano, Sergio Salomón Céspedes, dentro del Instituto Nacional de Migración, sobre todo este último, son un claro mensaje de que la presidenta comienza a tomar no solo “el bastón, sino también el mando”. Francisco Garduño es gente de todas las confianzas de López Obrador y se negaba a entregar el cargo, pero terminó por entender que ya no eran los tiempos de su amigo tabasqueño.
Pero también la visita de la presidenta Sheinbaum se da en el marco de los acuerdos alcanzados dentro del Consejo Nacional de su partido, Morena, realizado este domingo.
Sheinbaum es vista como jefa de Estado, pero le faltaba también ser la jefa de su partido, en donde su figura se veía eclipsada por la presencia del secretario general, Andrés Manuel López Beltrán, el hijo del caudillo del sureste.
Aunque no se puede decir que la presidenta ya tomó el control total de Morena, sí se puede acotar que ganó el primer round al elevar a rango estatutario el hecho de que no puede haber reelección para los militantes de este partido en el 2027 y también que ya no puede heredarse el poder, tratando de eliminar el nepotismo, práctica muy común dentro del hoy partido hegemónico en México, al igual que en el resto de las fuerzas políticas del país.
El Consejo Nacional de Morena secundó la solicitud de la presidenta, así como también el hecho de regular el tema de las campañas anticipadas, asunto por demás escabroso, al estar involucrados personajes como la senadora Andrea Chávez, protegida del líder de la Cámara alta, Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco y hermano político del expresidente, con quien comparte el mismo apellido paterno, aunque no sean parientes de sangre.
De esta forma, la presidenta hoy llega a Puebla en plenitud del poder y con todo lo que ello implica.
Por si fuera poco, el escenario no puede ser mejor para reforzar el tema del nacionalismo mexicano, ante cualquier intento de intervención extranjera, conmemorar la victoria del Ejército de Oriente ante los invasores franceses en 1862.
Habrá que seguir con mucha atención el discurso de la jefa suprema de las Fuerzas Armadas, así como también el del gobernador Armenta, quien se prepara para llevar a cabo los primeros cambios dentro de su administración.
Los hombres y las mujeres de Salomón
A los pocos días de haber tomado posesión como nuevo titular del Instituto Nacional de Migración, el poblano Sergio Salomón Céspedes Peregrina ya dejó ver a algunos personajes que lo acompañaron dentro de la administración pública en la entidad y que ahora lo han seguido a la Ciudad de México.
Entre los personajes que ya se sumaron dentro del INM se encuentran el exfiscal de Puebla Gilberto Higuera Bernal, y su secretario particular, Eugenio Mora, un genio para los negocios.
Se dice que también acompañarían a Céspedes Peregrina personajes como José Antonio López Malo Capellini y también una mujer muy hábil y que fungió como vicegobernadora de Puebla, sobre todo en el tema de las compras, adquisiciones y obras de la pasada gestión, la comadrita Patricia Leal Islas.