El copiloto señalado de provocar de manera voluntaria el desplome del Airbus A320 de Germanwings en los Alpes franceses, que dejó un saldo de 150 personas muertas, estuvo en tratamiento psicológico debido a que presentaba un elevado grado de tendencia al suicidio, dio a conocer la Fiscalía de Düsseldorf este lunes.
Esta condición la presentó antes de iniciar su carrera profesional en Lufthansa —matriz de Germanwings—, por lo que la aerolínea no tenía conocimiento del padecimiento psicológico de Andreas Lubitz y en los exámenes médicos periódicos que se le realizaron al copiloto éste no mostró indicios de agresión contra sí mismo ni contra los demás, aseguró la fiscalía.
Asimismo, indicó que continúa con la revisión de los materiales decomisados en los dos departamentos del copiloto Andreas Lubitz y que sigue interrogando a una serie de “testigos” que lo conocían en lo personal y en lo profesional.
La Fiscalía de Düsseldorf dejó en claro que la información sobre la condición de Lubitz está derivada directamente de los materiales fácticos con que cuenta y que no se trata de especulaciones sobre los posibles motivos del accidente de la aeronave de Germanwings el martes pasado.
No existe hasta el momento, recalcó la fuente, una carta, como las que suelen escribir los suicidas para explicar su acción, ni tampoco hay una aceptación expresa que indique que el copiloto tenía un motivo para haber estrellado el avión con 149 personas más.
Además, tampoco hay tampoco indicios de que el copiloto padeciera disturbios orgánicos y aunque recibió varias veces incapacidades médicas, ninguna de éstas fue por razones sicológicas.