El domingo 15 de diciembre, cuando aún estaba en el ambiente la euforia de la toma de protesta del gobernador Alejandro Armenta, el PAN renovó su dirigencia con un proceso democrático que dio un giro de 360 grados a la historia que se escribía en ese momento sobre el blanquiazul. La dupla Riestra-Genoveva Huerta obtuvo más apoyo del que esperaban, los anti Yunque lograron 70 votos.
¿Cómo lo hicieron?
Hay que decir que Mario Riestra, Genoveva Huerta, Jorge Aguilar Chedraui formaron un grupo que fue creciendo día a día con una operación escrupulosa. Generaron y vendieron un modelo de gobierno al interior de Acción Nacional que, al final, resultó atractivo para muchos más de los que ellos esperaban.
Antes de que arrancara el Consejo Estatal, Riestra y Huerta decían tener 61 votos. Más que suficientes para ganar la dirigencia, solo requerían 57.
Aquí hay 58 votos de consejeros por la dirigencia del @PANPuebla2124 y van con @GenovevaHuerta y @marioriestra
Así, con esta foto, anticipan que ganarán la contienda.
Necesitan 57 para ganar @Ambas_Manos pic.twitter.com/dGT2lyKoBn
— Viridiana Lozano (@Viriloz) December 15, 2024
Al final terminaron con 70.
La propuesta anti Yunque había surgido semanas antes con la generación de un bloque de liderazgos panistas. Sumaron a Humberto Aguilar, Carolina Beauregard, Mónica Rodríguez, Roberto Grajales. Casi al último, pero a tiempo, Edmundo Tlatehui.
Esa propuesta, ya lo he escrito, consistía en la generación de un órgano colegiado que, aseguraron, tomará las decisiones partidistas mediante el voto de sus integrantes. Algo como la Junta de Gobierno que funciona hoy en el Poder Legislativo.
En el camino se enfrentaron con la estructura del Ayuntamiento de Puebla operada, dicen, por Eukid Castañón y Franco Rodríguez, juntos o separados o solo uno, son varias las versiones. Vimos con Liz Thomé el ejemplo de la decena de consejeros que, por alguna razón trabajan ahí, y se vieron presionados a votar por el ala conservadora del partido.
Antes de llegar al Consejo, los anti Yunque tenían muy bien identificados quiénes votarían por Mario Riestra. Sabían quiénes por Felipe Velázquez y tenían a un apartado de “switchers”, a quienes al final convencieron por propuesta.
¿Quiénes fueron?
Los que apostaron por el proyecto inclusivo, como lo llamaron sus precursores, se dividen en dos. Los “duros”, es decir, los que antes estaban 100% con el grupo de Eduardo Rivera y otros que se mantenían en la indefinición.
En la lista de los “duros” están Carlos y María del Carmen Blanco Navarro, Miguelina Vargas y Jonathan Soriano.
Los otros que llegaron a sumar más votos, fueron aquellos que seguían, a días del Consejo analizando las propuestas.
Entre ellos está por supuesto Edmundo Tlatehui quien, además, sumó a Jonathan Calderón. También Jorge Gómez Carranco y su hijo Alejandro. Pablo Arroyo y María Christina Chacón.
Estos consejeros hicieron una revisión real de cuál era el proyecto que más convenía al partido a futuro y tomaron una decisión.
Y es que, en el PAN se está jugando la elección del 2027. La intermedia en la que se renovará la alcaldía y diputaciones locales.
(Por cierto, Mario Riestra prometió en campaña que si ganaba no sería candidato ni él ni su familia)
Se me olvidaba contarles, a pesar de que “El Pastor”, Paco Fraile dijo que en campaña que renunciaba al PAN, sí asistió al Consejo del domingo.
Votó por Felipe Velázquez, dicen, presionado por la cofradía del Yunque a nivel nacional.
La llegada de este grupo no significa renovación, sino dar continuidad a un proyecto que se pausó con la muerte de Martha Erika y Rafael Moreno Valle.
Recuerden, en ese entonces el morenovallismo gobernaba el partido, el Yunque regresó y con ellos su historia de perder elecciones. Hoy, sí, regresan alguno morenovallistas que ya lograron unirse y superar la pérdida, pero está vez acompañados de otros panistas tradicionales o fundadores.
Esa mezcla será interesante una vez que venga lo bueno: la repartición de candidaturas.