En el marco de la 63ª Feria Guadalupana, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, presidió ayer por la noche la tradicional misa “de Gallo” y destacó la profunda conexión de los mexicanos con la Virgen de Guadalupe, una figura que trasciende fronteras y simboliza unidad, fe y cultura.
Durante la ceremonia, celebrada en la Capilla del Santuario Guadalupano, en el Seminario Palafoxiano, el líder religioso invitó a los fieles a vivir el tiempo de Adviento como un camino de preparación para la llegada de Cristo.
En sus palabras, Sánchez Espinosa explicó que “quienes formamos esta Iglesia de Jesús, los bautizados, estamos haciendo un camino para llegar a los días santos de la Navidad (…) viviendo el tiempo de gracia que es el Adviento, para prepararnos para las venidas de Cristo”.
La Virgen de Guadalupe, reconocida como “la reina de todos los mexicanos”, se convierte este día en el centro de celebraciones que incluyen “Mañanitas”, rezos, misas y convivios en todo lugar donde haya mexicanos.
“En todos lados hay una Villita (…) donde hay un mexicano, hay un cuadro de la Virgen María (…) Hay fiesta, hay ‘Mañanitas’, hay rosario, hay café y tamales”, subrayó el arzobispo, recordando que estas tradiciones reflejan el profundo arraigo cultural y espiritual hacia la Morenita del Tepeyac.
El prelado enfatizó, además, la importancia de las comunidades en la vida de fe, destacando que estas se nutren de la palabra de Dios, los sacramentos y el amor a la Virgen María. “Hoy México no duerme porque está de fiesta, porque se cantarán las ‘Mañanitas’”, concluyó.