El gobernador electo, Alejandro Armenta, trabaja a marchas forzadas en el borrador de lo que será la reestructuración de la administración pública en Puebla, no solo en el organigrama, sino en los hechos.
Se trata de hacer más, con menos, respetando los derechos laborales de los trabajadores al servicio de los poderes del estado. Cabe recordar que Armenta es administrador público de profesión, con maestría en esta misma área y a punto presentar la tesis doctoral.
Es decir, es un auténtico conocedor y estudioso de los organigramas y las organizaciones, tema por cierto bastante complejo.
Lo cierto es que él y un grupo de expertos en la materia, buscarán la forma de hacer más eficiente el manejo de los recursos y hacer valer su lema de campaña “pensar en grande”, lo cual implica muchas cosas.
De este modo, se estudia qué estructuras del servicio público, son susceptibles de fusionarse y que otras pueden operar de mejor manera si se separan.
La intención es generar una administración pública más dinámica, pero con ahorros y que permita que los recursos se puedan derramar de una manera más rápida y eficiente.
De hecho, las reformas a la ley orgánica de la administración pública en Puebla, serán una de las primeras iniciativas que envié Armenta como gobernador, una vez que asuma su cargo el próximo 14 de diciembre.
Su equipo en el cual participa el talentoso, Luis Antonio Godina Herrera y Javier Sánchez Galicia, trabaja a marchas forzadas en esta reforma, los primeros 100 días de administración y el plan estatal de seis años para Puebla.
Alejandro Armenta quiere pasar a la historia como uno de los mejores gobernadores que ha tenido Puebla, sino es que como el mejor y para ello, busca echar mano de todo su conocimiento en materia de administración pública y a su hiperactividad para hacer una buena administración.
Habrá pues un cambio radical en la organización gubernamental, en donde, por ejemplo, la jefatura de la oficina, funcionará como verdaderamente debe de ser su papel, el de un auténtico jefe de gabinete, para que el gobernador, desempeñe su papel de ejecutivo y pueda trabajar dando indicaciones.
Deporte y Cultura por primera vez asumirán un rol de importancia dentro de la nueva administración, lo que sin duda implica un sello distintivo de la administración estatal que tomará las riendas de Puebla el 14 de diciembre.
Aquí sí aplica el dicho de primero el programa y luego los hombres, es decir, primero es el plan de trabajo y luego se conocerá a los personajes que estarán encargados de llevarlos a cabo dentro de la administración pública y en ese sentido el que será el nuevo gobernador ha sido muy claro con su equipo, no hay nada seguro para nadie.
Mónica Rodríguez va por la dirigencia estatal del PAN. La dos veces diputada local y también ex diputada federal, Mónica Rodríguez Della Vecchia, no quita el dedo del renglón en su intención de hacerse de la dirigencia estatal del albiazul en Puebla.
La legisladora panista asegura estar dispuesta a jugarla en contra de quien sea y bajo el método que sea para hacerse de la dirigencia de Acción Nacional, partido político que niega esté muerto o desahuciado, como algunos lo hemos señalado.
Mónica está segura de que es tanta la inconformidad al interior del albiazul ante los resultados tan adversos presentados por la actual dirigencia que encabeza, Augusta Valentina, que incluso ganaría un consejo político, pese a que el ex edil capitalino y ex candidato, Eduardo Rivera, tiene el control de este organismo.
Mónica es una mujer aguerrida y que defiende sus puntos de vista, sin tomar en cuenta las críticas que pudieran existir en su contra, como el tema de la interrupción del embarazo en Puebla, recientemente aprobadas en el Congreso local y en donde ella y un grupo de diputados panistas en congruencia con los postulados de su partido, votaron en contra.
Todo parece indicar que el duelo final por la dirigencia estatal del PAN será entre Mónica Rodríguez por parte del grupo por así llamarlo “opositor” y por parte del oficialismo, del quien para octubre será el ex alcalde de Puebla, Adán Domínguez.
Tecamachalco vs Cruz Azul. El día de ayer el ayuntamiento de Tecamachalco, clausuró obras que supuestamente alega lleva a cabo la planta productora de cementos Cruz Azul, en territorio de este municipio.
De acuerdo a la autoridad municipal, la cementera, propiedad de uno de los equipos de fútbol más importantes de México, invadió ya 580 hectáreas de territorio que le corresponde a Tecamachalco, sin gestionar los permisos correspondientes y ocasionando daños al medio ambiente en la zona.
Los mismos vecinos del lugar apoyaron la clausura de la empresa y también la diputada local, Ruth Zárate se unió a las voces en contra de la cementera.
Sin embargo, mediante un comunicado, Cruz Azul negó la versión y aseguró que sus trabajos y la propia empresa, están asentadas en territorio del municipio de Palmar de Bravo y no en Tecamachalco, por lo que no proceden ni los reclamos, ni la clausura realizada por la autoridad de esta demarcación.
Este día, los directivos de la empresa cementera, fijarán su postura de acuerdo a esta empresa.