Un ejemplar de ballena de dientes de pala ha sido encontrado muerto en una playa de la provincia de Otago, Nueva Zelanda. Este descubrimiento es significativo debido a la extrema rareza de esta especie, conocida científicamente como Mesoplodon traversii. Hasta la fecha, solo se han documentado seis ejemplares en todo el mundo. El cadáver, de cinco metros de largo, fue identificado por características distintivas como su color, la forma del cráneo y los dientes.
El hallazgo es crucial para la investigación científica. Es la primera vez que los científicos tienen la oportunidad de diseccionar un ejemplar en buen estado. Esto permitirá obtener información valiosa sobre su relación con otras especies, dieta y hábitat. Gabe Davies, funcionario del Departamento de Conservación (DOC), declaró: “Desde un punto de vista científico y de conservación, esto es increíble”.
La primera documentación de esta especie se remonta a 1874, cuando se encontró una mandíbula inferior y dos dientes en las islas Chatham de Nueva Zelanda. Otros especímenes se encontraron posteriormente en Chile y nuevamente en Nueva Zelanda, lo que permitió a los científicos confirmar que se trataba de una nueva especie.
Proceso de conservación y estudio
Actualmente, el cadáver de la ballena se encuentra en una cámara frigorífica, a la espera de decisiones sobre los próximos pasos. Davies indicó que, debido a la rareza del ejemplar, las discusiones sobre el siguiente curso de acción tomarán tiempo y serán de importancia internacional. Se espera que los científicos tarden semanas en confirmar el ADN del animal.
Nadia Wesley-Smith, presidenta de Te Rūnanga ō Ōtakou, enfatizó la importancia de respetar este tesoro en la cultura Maoro. Esto, a través del aprendizaje compartido y la aplicación del conocimiento maorí mientras se descubre más sobre esta rara especie.
El hallazgo de la ballena de dientes de pala en Nueva Zelanda brinda una oportunidad única para que la comunidad científica estudie una especie extremadamente rara. La información que se obtenga de este ejemplar podría arrojar luz sobre aspectos desconocidos de su biología y ecología, y contribuir significativamente a la conservación de la biodiversidad marina.