¿Qué ha pasado con Julio Miguel Huerta Gómez?
O planteado de otra forma:
¿Qué ocurrirá en el futuro político del otrora aspirante a gobernador, quien fue el poder detrás del trono en la Secretaría de Gobernación del extinto Miguel Barbosa Huerta, su primo?
La interrogante no es ociosa.
Huerta Gómez prometió mucho una vez que incursionó en la contienda por la coordinación estatal de los comités de defensa de la 4T.
Sus promotores afirmaron entonces que sería el candidato.
Todos ellos dijeron que el amplio conocimiento del estado por parte del personaje, su estrecha relación con (casi) todos los 217 presidentes municipales de la entidad, no nada más con aquellos emanados de la 4T, y su vinculación con Claudia Sheinbaum Pardo lo convertirían en el rival a vencer, muy superior en posibilidades a todos los demás, incluidos Alejandro Armenta Mier, Ignacio Mier Velazco y Claudia Rivera Vivanco.
Al final quedó debajo de todos ellos.
Diez meses fueron insuficientes para igualar en conocimiento, popularidad y aceptación a quienes le llevaban años de trayectoria en los quehaceres políticos.
Ello sin contar con que ser conocido como “el primo de Barbosa” no fue nunca un factor de ayuda.
Pero eso ya es historia.
“¿Qué ha sido de él?”, se pregunta un sector del respetable.
¿Hasta aquí terminó su incipiente carrera?
Seguramente no.
Primero hay que recordar que el exsecretario de Gobernación, cargo que ocupó formalmente hasta el gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, continúa desempeñándose como representante político de la virtual candidata presidencial de Morena en Puebla.
Eso le otorga buenas expectativas.
A partir de aquí se le abren cuatro rutas probables.
Dos tienen que ver con el servicio público, ya sea como funcionario de Claudia Sheinbaum en el Gobierno federal o de Alejandro Armenta en la administración estatal.
En ambos casos suponiendo que los candidatos lopezobradoristas ganen su elección.
Una tercera ruta mira hacia el Congreso del estado, donde Huerta podría ser coordinador de los diputados locales de Morena y la 4T, al mismo tiempo que presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
La cuarta y última se encamina al Congreso de la Unión, sitio al que podría incorporarse como candidato a diputado federal, incluso por la vía de la representación proporcional, para evitarse contratiempos si es que se los quiere evitar.
Las opciones uno, dos y cuatro se antojan mucho más viables que la tres por una poderosa razón: es muy posible que el liderazgo de la próxima legislatura local vaya a ser reservado para el colaborador de las máximas confianzas del actual mandatario.
Ese personaje se llama Javier Aquino Limón y despacha en la actualidad como secretario de Gobernación. Resulta razonable pensar que la presidencia del Congreso poblano será apartada para el político nacido en Acatzingo.
Huerta Gómez no será candidato a gobernador ni se registró para participar en la postulación por el Senado, así que, si el orgullo le exige salir a la calle a pedir el voto para demostrarle a la clase política que su irrupción no fue solo el resplandor efímero de una promesa hueca, bien hará en pelear por una diputación federal, en las urnas.
X: @jorgerdzc