Una de las sorpresas que hubo en el registro de aspirantes en Morena fue la irrupción de Benito Ánimas Arellano, quien se anotó para buscar la candidatura a alcalde de Xicotepec de Juárez, luego de que ya fue edil –por el PRI– de ese municipio a principios de siglo. Su presencia en esa región, en donde es recordado como un personaje muy popular, pone en riesgo el proyecto político del cacique Ardelio Vargas Fosado, quien afanosamente trabaja desde hace seis meses buscando ser el sucesor de su hija, Guadalupe Vergas Vargas, la actual edil de dicha demarcación.
El regreso de Benito Ánimas Arellano plantea que las elecciones en Xicotepec de Juárez serán de mucha intensidad y tal vez las más reñidas en el estado, pues resulta que de manera inédita –todo apunta a que– se van a enfrentar en las urnas cuatro ex presidentes municipales, todos ellos con mucho poder político y económico. Será un auténtico “choque de trenes”.
Dos de esos posibles contendientes estarían buscando la reelección por segunda vez y el otro par, intenta conseguir un tercer periodo de gobierno.
Los cuatro exediles que estarían en la antesala de pelear la alcaldía de Xicotepec de Juárez son: Ardelio Vargas Fosado, quien ya gobernó entre 1987 y 1990, y ahora busca ser candidato del PRI, para suceder a su hija, Guadalupe Vergas, que ha encabezado el ayuntamiento un par de veces, desde 2018 y hasta 2024.
Otro contendiente es Juan Carlos Valderrábano Vázquez, quien será postulado por el PAN y fue presidente municipal en los periodos de 2008 a 2011 y de 2014 a 2018.
También está Carlos Barragán Amador, quien se maneja como aspirante independiente y ya fue edil –por el PRI— entre 2005 y 2008 y de 2011 a 2014.
Y el cuarto aspirante es Benito Ánimas Arellano, quien ahora busca la candidatura de Morena y gobernó entre 1999 y 2002, cuando fue parte del grupo político del entonces gobernador priista Melquiades Morales Flores.
Hasta hace unas semanas se percibía que la contienda se cerraba únicamente entre dos figuras: Carlos Barragán Amador y Ardelio Vargas Fosado, lo que es una especie de revancha.
En 2021, Barragán –como candidato independiente– estuvo a un ápice de evitar la reelección de la alcaldesa Guadalupe Vargas, pues la segunda apenas ganó con una diferencia mínima de poco más de 100 votos.
La revancha antes mencionada se empezó a gestar cuando Ardelio Vargas fue obligado a renunciar al cargo de subsecretario de Gobernación, en el Poder Ejecutivo estatal, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo desenmascaró como excolaborador del siniestro Genaro García Luna, quien está preso en Estados Unidos por dar protección al Cartel de Sinaloa durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
A los pocos días de que lo defenestraron se refugió en su tierra natal y se puso a recorrer los barrios, las 10 juntas auxiliares, las 18 rancherías y 101 comunidades de Xicotepec, que es un municipio controlado por ganaderos y productores de café.
Su afán de querer conquistar por cuarta vez la alcaldía para su familia, es para demostrar que sigue siendo el mandamás de esa región de la Sierra Norte. Sin embargo, las posibilidades del ex comisionado del Instituto Nacional de Migración –en el gobierno de Enrique Peña Nieto– se han venido desplomando.
Un factor adverso para Vargas Fosado es que Carlos Barragán ha crecido en popularidad y ha anunciado que regresará a disputar la alcaldía. Viene por la revancha, luego de que hace un par de años denunció un fraude electoral a favor de la edil Guadalupe Vargas.
Otro punto negativo para el político priista es que, en la contienda de 2021, su hija pudo ganar porque se alió con el exedil Juan Carlos Valderrábano, quien orientó los votos del PAN hacia el PRI. Ahora el político panista quiere competir solo y conseguir su tercer gobierno. Eso le quita a Vargas Fosado una cantidad fundamental de posibles sufragios.
Y un tercer asunto que le “debe quitar el sueño” a Ardelio Vargas, así como a Barragán y Valderrábano, es el retorno de Benito Ánimas Arellano, quien es un experimentado político y con un fuerte arrastre entre la población.
Su intención es competir por Morena, fuerza política que –de acuerdo con recientes encuestas– marcha en el primer lugar de la intención del voto en Xicotepec de Juárez.
Benito Ánimas Arellano actualmente ocupa la Jefatura de Gobernación, Normatividad y Control del Ayuntamiento de Poza Rica, Veracruz, en donde el alcalde es Fernando Remes Garza, un importante exlíder del Sindicato Petrolero y que acabó como político de la 4T.
Se dice que Ánimas regresa a Xicotepec de Juárez con un fuerte apoyo de un grupo político y de contratistas de Pemex vinculados al edil de Poza Rica.
Ánimas Arellano busca llenar un vacío en Morena, pues aunque la 4T va a la cabeza de las preferencias electorales, no había una figura fuerte para buscar ser candidato en Xicotepec.
Carlos Barragán también ha intentado ser el abanderado morenistas, pero se equivocó y apoyó a Ignacio Mier, quien acabó derrotado en el proceso interno del Partido Regeneración Nacional para elegir al aspirante a la gubernatura.
La fuerza de Benito Ánimas radica en que todavía tiene un fuerte arrastre entre la población y en particular, en las bases del PRI, que tal como ocurre en muchas partes del estado podrían migrar a Morena.
Este político se formó al lado de una importante figura del PRI en la Sierra Norte, Alberto Amador Leal, quien fue diputado local y federal por su natal Huauchinango, secretario de Desarrollo Social y mucho tiempo, fue parte fundamental del aparato de inteligencia del Estado mexicano.
Y precisamente –por la influencia de Alberto Amador– Ánimas fue integrante del Centro Nacional de Inteligencia (Cisen) en el gobierno de Carlos Salina de Gortari.
Aparte del Cisen, ha sido asesor parlamentario en la Cámara de Diputados, funcionario del ISSSTE, operador electoral en la capital del estado y delegado de la Secretaría de Gobernación local, en el pasado trienio en la región de Xicotepec de Juárez. También fue entrenador profesional de fútbol, conductor de noticias y laboró en empresas exportadoras de café.
Cada alcalde de Xicotepec de Juárez siempre busca conquistar popularidad con alguna obra fastuosa. Por ejemplo: Barragán mandó a construir la cruz más grande de la Sierra Norte. Valderrábano el templo religioso de mayor tamaño.
A Benito Ánimas todavía lo recuerda mucha gente porque –cuando era alcalde– logró llevar dos veces al cantautor Juan Gabriel, que fueron sucesos de gran impacto para la población, porque en Xicotepec de Juárez nunca llegan artistas de gran fama.