Gane o pierda el proceso interno de la 4T para designar al candidato de esta fuerza política a gobernador de Puebla, el sello distintivo que ha dejado plasmado Ignacio Mier Velazco es que busca la postulación por “encima de todo”, razón por la cual no acató ni las normas electorales ni la veda que ordenó el Partido de Regeneración Nacional para frenar toda la actividad proselitista este fin de semana. Como parte de ese desdén a la legalidad, el diputado federal desplegó a largo de los últimos 15 meses un gasto exorbitante –que se calcula superior a los 400 millones de pesos– que podría poner en riesgo el triunfo de Morena en las urnas, en caso de ganar los comicios que se avecinan.
Es decir, Ignacio Mier está aplicando la máxima del panista Felipe Calderón de que va a ganar la candidatura “haiga sido como haiga sido”, en el sentido de que no le importó violar reglas y normas, así como los propios límites que fijó el presidente Andrés Manuel López Obrador que, en dos ocasiones, pidió frenar el dispendio de algunos aspirantes de Morena.
Una muestra de ese comportamiento es que, durante el puente vacacional y el pasado fin de semana, inundó de fake news –noticias falsas– todos los espacios de opinión pública posibles para sembrar la percepción de que ya ganó la elección de Morena y él va a ser el próximo abanderado de esta fuerza política.
La falsa narrativa que desplegó el equipo propagandístico de Mier, mejor conocido como Morenacho, fue la siguiente: se dijo que por una supuesta filtración surgida del entorno de Mario Delgado Carrillo y Minerva Citlalli Hernández Mora, el presidente y la secretaria general de Morena, respectivamente, se conoció el resultado en los nueve estados en que se levantaron encuestas para designar a los candidatos a gobernador. Y que, en el caso de Puebla, el ganador es el diputado federal Ignacio Mier Velazco por una diferencia de 10 puntos frente a su primo y rival político, el senador Alejandro Armenta Mier.
Además, se menciona un aparente reparto de candidaturas entre hombres y mujeres, para dejar la idea de que en Puebla habrá género masculino en la designación de quien contenderá por la titularidad del Poder Ejecutivo.
Mediante una lluvia de videos que diseminaron esas fake news, se difundieron los porcentajes obtenidos por los supuestos ganadores de los sondeos en cada entidad en que habrá elección de gobernador, para intentar dejar la idea de que en Puebla, Veracruz, la Ciudad de México y Tabasco, es donde se dieron los resultados más ventajosos y contundentes de quienes obtuvieron las postulaciones.
Otra estrategia fue hacer miles de llamadas telefónicas, algunas surgidas desde los números 222 423 8103, 553 915 8540 y 222 422 5505, en las que se finge que se da a conocer un anuncio oficial de Morena, para decir que Morenacho va ganando por siete puntos, sin mencionar quién sería el aspirante que va en segundo lugar en la lucha por la candidatura más disputada dentro de la 4T en Puebla.
La fake news dice: “Morena informa: con siete puntos arriba en encuestas oficiales, Nacho Mier, virtual ganador para coordinar la 4T en Puebla”.
Sin duda alguna, son falsas esas versiones de que ya ganó Morenacho el proceso interno de Morena, situación que se deduce por un razonamiento simple:
Si realmente ya estuviera el veredicto a su favor, surge la pregunta: ¿qué necesidad habría de estar lanzando esas campañas masivas para hacer creer a la gente que ya ganó? La respuesta es simple: si de veras hubiera triunfado en las encuestas, Mier ya no tendría que estar haciendo nada extraordinario, solo esperar a que el próximo viernes se oficialice el resultado de los tres sondeos que levantó el partido para seleccionar al candidato.
La verdadera razón por la cual Mier ignoró olímpicamente el mandato de Mario Delgado de que se debía frenar –este fin de semana– el proselitismo de los aspirantes en los nueve estados en que se renovarán las gubernaturas, para evitar sanciones de la autoridad electoral, se debe a que se desconoce si ya concluyó o continua el levantamiento de las encuestas que decidirán a los ganadores de los procesos internos de Morena.
El señor Morenacho sabe bien que está muy cerrada y enconada la lucha política entre él y el senador Armenta. Que todavía no tiene el triunfo en las manos. Que en la cúpula de la 4T todavía no se decide los nombres de los ganadores de las postulaciones en los nueve estados en cuestión.
Y por las anteriores razones no le ha importado seguir con sus campañas de proselitismo, sin medir las consecuencias de que se ha excedido brutalmente del límite de gastos que puede tener un contendiente por la gubernatura poblana.
Ese comportamiento es obvio que muestra su desprecio a la legalidad.
Pero sobre todo, la presión que seguramente estaría recibiendo de los grupos empresariales que aportaron dinero para su proselitismo y que necesitan poner al próximo gobernador, para concretar grandes negocios privados a la sombra del erario del estado.