Steve Harwell, el icónico cantante de 56 años y exvocalista de la banda Smash Mouth, falleció el 4 de septiembre en su hogar, rodeado de su familia, a causa de una insuficiencia hepática. El mundo de la música se encuentra conmovido tras la pérdida de este inolvidable artista, conocido por su papel en la banda y por sus contribuciones a la banda sonora de “Shrek”.
Harwell había estado luchando contra el alcoholismo durante años, y en 2021 fue diagnosticado con encefalopatía de Wernicke, una condición que afecta el cerebro y el sistema nervioso. En ese momento, se retiró de la música.
En un comunicado, su representante Robert Hayes, dijo que Harwell murió “en paz y comodidad” rodeado de su familia y amigos. “Steve era un verdadero original americano”, dijo Hayes. Además, Robert describió a Steve como un hombre bueno y amoroso:
“Era un hombre con un gran corazón que amaba a sus fans y a su familia. Será recordado por su inquebrantable enfoque y su apasionada determinación de alcanzar las alturas del estrellato pop”.
Harwell nació en Santa Clara, California, en 1967. Fundó Smash Mouth en 1994 con el baterista Kevin Coleman, el guitarrista Greg Camp y el bajista Paul De Lisle. La banda alcanzó la fama a principios de la década de 2000 con éxitos como “All Star“, canción que formó parte de la exitosa película “Shrek”; “I’m a Believer” y “Walking on the Sun”.
Steve Harwell fue un personaje colorido e icónico de la escena musical pop de los años 90 y 2000. Su voz distintiva y su personalidad extrovertida lo convirtieron en un favorito de los fanáticos, por lo que su muerte es una pérdida para la música y para sus fans de todo el mundo.
Durante cierto periodo, el artista recibió atención médica, lamentablemente, los resultados no fueron favorables. Debido a esta circunstancia, los médicos optaron por que pasara sus últimos días en su hogar, rodeado de su familia y seres queridos, quienes se reunieron durante el fin de semana anterior.
La insuficiencia hepática es una condición en la que el hígado no puede cumplir adecuadamente su función sintética, manifestándose de manera súbita o “hiperaguda” (en cuestión de horas), aguda (en días), subaguda (en semanas o meses) o crónica (en meses o años). En esta situación, se manifiesta una sensación general de malestar, dificultades en la concentración, desorientación, confusión y somnolencia.