El presidente de la República anunció en su conferencia mañanera que Zoé Robledo Aburto, el director del IMSS, quien andaba tan entusiasmado con ser gobernador de Chiapas, declinó a esa posibilidad.
Que se queda a terminar con el “reto” de consolidar el sistema de salud de la 4T.
A pesar de lo lejano de Chiapas, dos noticias impactan a Puebla por esta decisión, pues ocurren también efectos que inciden directamente en el estado y su ruta a 2024.
Hay, como suele decirse, una noticia buena y una mala, para los políticos poblanos de la cuarta transformación (4T).
Primero la mala.
Chiapas se perfila para tener un candidato con dos características: será varón y será del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Eso deja menos lugares para hombres, entre las nueve gubernaturas que estarán en disputa, entre ellas la poblana.
Algunos medios perfilan al diputado federal Luis Armando Melgar, como la carta del verdeecologista.
Ahora la buena:
Se queda Zoé Robledo y podemos contar con que continuará con los tan atrasados trabajos de la sustitución del Hospital de San Alejandro, que es urgente e indispensable para toda la región, no solamente para el estado.
La excelente relación que tiene el exsenador con el gobernador Sergio Salomón ha venido dando frutos y un cambio en la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hubiera podido afectar la agilidad de los trabajos interinstitucionales.
Regresemos a los efectos políticos.
Tal vez no lo recuerde, pero entre las seis corcholatas que están compitiendo por llegar a la Coordinación Nacional de los Comités de Defensa de la 4T, hay un aspirante del PVEM.
Se trata de Manuel Velasco Coello, exgobernador de Chiapas.
Los verdes conciben a ese estado como “suyo”.
De hecho, las versiones del porqué el también senador con licencia, esposo de la cantante Anahí, se metió a la carrera de las corcholatas, se explica por la negociación para que Morena les cediera esa candidatura en 2024.
Parece que así ha ocurrido.
Zoé Robledo tenía grandes posibilidades de quedarse con esa nominación y luego arrasar en la elección constitucional.
Ya no será así.
Y que sea el propio presidente quien lo anuncie, tiene un valor especial.
“Es muy querido en Chiapas y tiene posibilidad”, dijo en la mañanera.
Agregó Andrés Manuel López Obrador:
“Fue a decirme que él no quiere abandonar el proyecto del Seguro y en particular quiere terminar cumpliendo el compromiso que tenemos de dejar establecido el sistema IMSS-Bienestar, garantizar el derecho del pueblo a la salud”.
La suspicacia nos indica que no se bajó.
Sino que lo bajaron.
Así convenía para las negociaciones políticas en el gran ajedrez nacional.
Que no nos extrañe que la corcholata verde, Manuel Velasco, sea de los primeros en levantarle la mano a Claudia Sheinbaum y convertirse –como lo fue personalmente antes de la contienda morenista– uno de sus principales porristas.
Un coletazo más que ocurrirá en Puebla es que sí habrá alianza del PVEM con Morena y el PT, y que habrá candidaturas para los verdes.
Al menos dos diputaciones federales, de los 16 distritos en disputa.
Y unas cuatro nominaciones entre los 26 distritos locales.
¿También se acuerdan que Tony Gali López fue el representante de Velasco en Puebla?
Bueno, pues las cosas, al parecer, se comienzan a acomodar.
