Varios factores van a influir en la decisión que tome el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, para buscar la candidatura de la coalición PAN, PRI y PRD a la alcaldía de Puebla.
Los dos principales serán el conocer quién va a ser el candidato de esta misma coalición a nivel nacional, es decir, quien va a encabezar los esfuerzos del bloque opositor, luego de como lo señaló en su pasada encuesta el Grupo Reforma, el PAN, el PRI y el PRD, carecen de una figura clara, que pueda derrotar a Morena en la elección presidencial del 2024.
El mejor posicionado, hasta el momento, es “Ricky Riquín Canallín Pillín”, Ricardo Anaya, un “cartucho quemado” ex dirigente nacional del albiazul, el cual pese a tener los mejores números, no es adversario para ninguno de los aspirantes de Morena, como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o incluso Ricardo Monreal.
Este tema, tiene preocupados en Puebla al panismo local y al propio Eduardo, quien sabe que una campaña a gobernador, empalmada con un mal candidato presidencial, no es un buen presagio de triunfo. Rivera requiere de un candidato competitivo que pueda impulsar su probable postulación.
Aquí entra otro de los factores que pueden incidir en la toma de decisiones del edil capitalino y esta es, si el joven alcalde de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, Luis Donaldo Colosio Riojas, quisiera competir y estar en la boleta por una alianza, PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD.
Esto cambiaría mucho las cosas para Eduardo, porque además podría derivar en la suma de Movimiento Ciudadano en Puebla, para impulsar su posible candidatura a la gubernatura, con mejores perspectivas de triunfo para el presidente municipal de Puebla, quien, por supuesto estaría mejor cobijado bajos las siglas de cuatro partidos y con un candidato presidencia como Colosio, cuyo simple apellido representa un mayor potencial de voto a favor de la probable coalición.
Esta es la vertiente que obedece al plano nacional y Eduardo está pendiente de la forma en que se puedan dar las cosas.
Otro factor es sin duda lo que va a ocurrir en Morena, luego de que se lleve a cabo la designación de su abanderado a la presidencia de la República, la cual todo indica será la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Si es Sheinbaum la candidata, habrá que ver qué desprendimientos se pueden dar dentro del partido oficial, es decir, si Ricardo Monreal, pero, sobre todo, si el canciller, Marcelo Ebrard, decide mantenerse o salirse de las filas de Morena.
Pero el punto más importante será lo que ocurra en el plano local, en la definición del candidato de Morena a la gubernatura de Puebla, la pieza clave del rompecabezas, para saber qué es lo que va hacer el actual edil capitalino y su grupo. Existen tres hipotéticos casos.
Primero, si el candidato a la gubernatura de Puebla por Morena, es impuesto desde la ciudad de México y resulta ser el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velasco, Eduardo Rivera, sabe que tiene buenas posibilidades de poder competir e incluso ganar, debido a la ruptura política que esto traería consigo con el gobernador Barbosa.
Los escenarios dos y tres serían los más complicados para Eduardo, ya que en el dos tendría que hacer frente al candidato o candidata del gobernador, si es que este logra apuntalar a una de sus tres “corcholatas”.
En este caso, Rivera Pérez tendría que chocar de manera frontal ante un gobernador, Miguel Barbosa, fortalecido desde México, con pactos con el presidente López y con su candidata Sheinbaum, lo que augura un escenario complicado para el inquilino del Charlie Hall.
El tercer escenario también complicado, sería si Alejandro Armenta Mier, termina como el tercero en discordia y se beneficia de una “salomónica” decisión al interior de Morena, en donde se decida evitar la ruptura al interior de este partido en Puebla entre los grupos de Mier y del gobernador.
Alejandro es el candidato mejor posicionado en cuanto a conocimiento e intención de voto al interior de Morena en Puebla, pero no solo eso, puede quitarle votos a Eduardo del PRI, que en su mayoría se volcaría a favor del oriundo de Acatzingo, merced a su pasado político ligado a estos grupos y también puede jalar voto de otros partidos que ven con simpatía al presidente del senado de la República.
Estos son pues, parte de los escenarios que analiza Eduardo Rivera rumbo al 2023, el cual, sin duda, deberá de ser para el edil capitalino y su grupo, el año de las definiciones.
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