Para los festejos patrios, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) desplegará a la mitad de su fuerza policial en la capital poblana, 1,600 elementos; además que en coordinación con los gobiernos federal y municipal montará dispositivos en el zócalo y los Fuertes con arcos detectores de metales, caninos, policía montada y vigilancia aérea.
El titular de la dependencia, Facundo Rosas Rosas, en una entrevista posterior a los festejos por el CLXVI aniversario luctuoso de los Niños Héroes de Chapultepec, comentó que para las fiestas patrias en el zócalo y en los Fuertes habrá dispositivos con nueve arcos de seguridad, detectores de metales portátiles, caninos, policía montada y vigilancia en las partes altas de los inmuebles, en cada uno de los puntos.
Además, en la capital será desplegada la mitad de la fuerza, de 3,200 elementos operativos, es decir, 1,600 policías, y el resto trabajará en los demás municipios, dando especial atención a los 16 que se encuentran cerca de Morelos, Veracruz y Guerrero.
Rosas Rosas, aseguró que de acuerdo con el diagnóstico que tiene habrá un clima de tranquilidad en el estado de Puebla, aunque por protocolos se efectuará una serie de acciones coordinadas con la federación y con todos los municipios.
De acuerdo con el corte de ayer 200 municipios verificaron sus sistemas de comunicación y tendrán sus protocolos de seguridad alineados con los gobiernos estatal y federal, que incluyen las revisiones de los espacios donde se realicen actividades cívico-culturales, seguridad vial y esquemas de reacción si se llegara a presentar un disturbio.
Por su parte, el director de Protección Civil Estatal, Jesús Morales Rodríguez, apuntó que desplegará 117 elementos en la ciudad de Puebla para atender las contingencias que se presenten en los diferentes escenarios que se tienen previstos para las fiestas de Independencia.
Mientras en el resto de los 216 municipios se labora en los protocolos de seguridad con las ocho coordinaciones, pues se emitieron las recomendaciones a los municipios para no permitir que los pobladores accedan a las plazas cívicas con hebillas, material pirotécnico, aerosoles u otros materiales peligrosos.