El tricolor aclaró su relación con el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle Rosas, ya que su dirigente estatal, Pablo Fernández del Campo, explicó que con este poder local “no habrá ni sana lejanía, ni sana cercanía, sino el trato de acuerdo con lo que marca la ley”.
Agregó que es necesario entender que en la entidad debe existir una relación de contrapeso y equilibrio, y no comportarse como bravucones, pandilleros y tratar de establecer un juego de vencidas con el gobierno del estado.
Cuestionado sobre la negativa de apoyar las reformas del gobernador en el Congreso local, pese a reunirse con el secretario General de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, describió que este encuentro fue institucional, es decir, entre el gobierno y un partido.
“Como PRI tenemos que platicar con los tres niveles de gobierno, también señalar aquellos temas que consideramos contrarios al interés de los poblanos; cuesta trabajo entender esta nueva relación, pero es el llamado de la vocación democrática”, sentenció.
Finalmente, rechazó que esta postura crítica que ha tenido el PRI en el Congreso del Estado repercuta en las actuales administraciones, especialmente, en la relación con el Poder Ejecutivo.