El dirigente estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, anunció que su partido emprenderá una controversia constitucional a las reformas a la Ley de Agua que se avalaron por mayoría en el Congreso y que dieron entrada a la privatización de los sistemas operadores.
Calificó como “una inmoralidad” privatizar un servicio público, explotando un bien común, por ello, acudirá a instancias federales para frenar la iniciativa del gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas.
“Esta modificación me parece inmoral, está fuera de toda lógica querer privatizar y comercializar un servicio y un bien público, como el agua. Estoy en coordinación con diputados locales para llevar a las últimas consecuencias jurídicas la decisión del Congreso del Estado”, expresó.
Lo anterior lo anunció en rueda de prensa donde estuvo acompañado por la mayoría de los diputados locales, así como de los regidores capitalinos emanados del tricolor, quienes respaldaron el voto general en contra.