El Querétaro, condicionado por las matemáticas del descenso, necesita meter 11 goles en su partido final contra el Puebla si desea permanecer en Primera División.
Tres goles menos de los que hizo el Veracruz en 1946 al Monterrey en lo que significó la máxima goleada en la historia del futbol mexicano: 14-0 en el estadio Luis Pirata Fuente.
El escenario no es el ideal para los Gallos Blancos que difícilmente correrán con la suerte del Veracruz de aquellos años.
Resulta que para meter 14 goles, los Tiburones se aprovecharon de la tragedia que vivía el equipo regiomontano cuando un mes atrás, el camión en el que viajaban a Guadalajara para un partido contra el Oro, se volcó e incendió, muriendo dos jugadores y resultando todos los demás con heridas graves.
Para completar los compromisos que tenían en puerta, el Monterrey recibió a préstamo dos jugadores de cada equipo de la liga, pero varios de los que les enviaron o no estaban en buenas condiciones físicas o casi no jugaban.
Mirados al principio como el equipo damnificado, pronto pasaron a ser el juguete favorito de los equipos que goleaban sin piedad.
El Monterrey en esa campaña de 1946 recibió un total de 133 anotaciones y la escandalosa goleada de todos los tiempos en Veracruz.
Camino al puerto, el camión en el que viajaban se detuvo varias veces por fallas mecánicas, incluso, los propios jugadores tenían que caminar algunos kilómetros hasta diferentes refaccionarias para comprar las piezas de repuesto.
En San Luis Potosí definitivamente no anduvo más el camión y tuvieron que pernoctar ahí. Después de 30 horas en carretera, llegaron al estadio con el tiempo suficiente apenas para cambiarse.
Enrique Palomini, técnico del Veracruz, comunicó a sus jugadores que el Atlante había ganado al Asturias y se les colocaba a un punto. Los jarochos en ese momento eran líderes en la creciente liga profesional de México y meses después se coronarían campeones.
Así que obligados por las circunstancias, los Tiburones Rojos terminaron el primer tiempo con un marcador a favor de 8-0 en un variopinto catálogo de goles, ayudados también porque uno de los jugadores del Monterrey ya había abandonado la cancha debido a cansancio muscular.
Al inicio de la parte complementaria se vinieron más problemas para los Rayados que perdieron otro hombre por lesión pero les iluminó un poco un penal marcado a favor.
Sin embargo, Noguera mandó el disparo por un costado y explotó entonces el resto de la dinamita veracruzana con seis goles más.
Al final, el Pelón González con cinco goles, Enrico que anotó cuatro y Luis Pirata Fuente con dos, fueron sacados a hombros del estadio mientras que el camión del Monterrey volvió a descomponerse en el puerto.
Es complicado que esta historia pase a favor del Querétaro ahora que necesita tanto los goles en su último partido contra el Puebla.
La goleada en contra más fuerte que tiene el equipo camotero se presentó en el dos mil cuando el Toluca de Enrique Meza y un encendido José Saturnino Cardozo junto a una prolífera delantera, les metieron siete goles.
Antes, en 1949, el España les anotó siete a cambio de recibir cuatro en lo que son los marcadores más vergonzosos para la institución poblana.
Otros resultados históricos por la cantidad de goles, son los del León que venció 11-3 al Torreón en la temporada 1971 en la última jornada de ese campeonato que no le sirvió a los esmeraldas para clasificar a semifinales.
El América en la era amateur venció aplastantemente al Germania por 10-0.
Las Chivas en su mayor capacidad goleadora, le metieron 10-2 a los Jabatos de Nuevo León en lo que significa su partido con mejor diferencia de goles y en 1947, por idéntico marcador, el León acabó con el Atlante en el viejo estadio de La Martinica.
En 1945, los Potros marcaron su propia historia al azotar al Tampico Madero en un partido que culminó 10-3.