Se llama Waldo Guerrero Ariza y es un ex priista-zavalista de hueso colorado que actualmente se desempeña como Director de Mediación, Conciliación y Arbitraje de la Sindicatura del Ayuntamiento de Puebla.
Se caracteriza por ser un funcionario público prepotente y agresivo que gusta de la amenaza, la advertencia y el terrorismo laboral y psicológico para someter a sus víctimas.
Junto con su hermano Jorge Armando se han ganado a pulso la fama de machacadores del prójimo, si es que en algún momento sienten afectados sus intereses, su patrimonio o su persona.
Juntos, presumen ser dinamita pura y para nada les importan los intereses de los ciudadanos.
Waldo está dedicado de tiempo completo a presumir su integración al gobierno del presidente municipal José Antonio Gali Fayad, quien seguramente no está enterado de los abusos y fechorías de su subordinado.
Y es que el Director de Mediación olvida que tiene un cargo público que debe honrar y respetar, que la administración municipal de Puebla, capital, está para poner el ejemplo y no para incurrir en el grotesco abuso de poder.
Empero, lo peor es que Waldo Guerrero utiliza su cargo, sus supuestas influencias, sus recursos y sus amistades para tomar revanchas originadas por asuntos personales.
Prueba de ello son las acusaciones de Carlos Cabrera Pastén, publicadas por el columnista Fabián Gómez, a quien el empleado de la Sindicatura se ha dedicado a amenazar por todas las vías, por todas razones y sobre todas las cosas.
Presume, además, estar cobijado por el Síndico del Ayuntamiento de Puebla, Héctor Sánchez Sánchez, quien seguramente tampoco conoce sus conflictos personales.
El sello violento y agresivo de Waldo será su perdición, sin duda, y podría salir del gobierno de la ciudad en cualquier momento.
Las historias y antecedentes belicosos y pendencieros de Waldo y Jorge Guerrero Ariza son diversos, desde golpear, amenazar, vejar y maltratar a sus respectivas novias hasta amedrentar a las autoridades jactándose de una supuesta influencia política muy poderosa.
El año pasado, en el mes de mayo, la Policía Municipal Preventiva (PMP) detuvo a Jorge Armando Guerrero Ariza en la 17 Poniente -entre 16 de Septiembre y 3 Sur- del Barrio de El Carmen.
El hermano de Waldo golpeó a dos elementos viales que lo infraccionaron por estacionarse en doble fila y en lugar prohibido. Poco antes, el agresor de los agentes los amenazó, provocó y retó a golpes.
Jorge, de inmediato, empujó a uno de los agentes y a otro más lo golpeó en el estómago, derribándolo.
El sujeto se dio a la fuga, por lo que se tuvo que desplegar todo un operativo y una persecución para, posteriormente, detenerlo y remitirlo al Ministerio Público.
Al final, el terror de los agentes viales pagó una multa y refrendó sus amenazas.
En el caso de Waldo, hay que recordar que sus orígenes en la política poblana provienen del PRI, del marinismo y el zavalismo puro, fuerzas a las que se subordinó y terminó por traicionar.
El hoy funcionario municipal fue integrante del Frente Juvenil Revolucionario (FJR), donde también dejó huella por ser un personaje violento, agresivo y traidor.
En el PRI se dedicó a sembrar el odio en su contra, pues nunca estuvo de acuerdo con las decisiones que se tomaban al seno del ex partidazo.
En el 2010, por ejemplo, se enfrentó a su correligionaria Cecilia Monzón Pérez, a quien siempre le disputó los cargos que ésta ostentó en el FJR.
La pelea con Cecilia Monzón originó una queja en contra del mismo Waldo Guerrero ante la Contraloría del gobierno municipal, de la entonces edil priista Blanca Alcalá Ruiz, por realizar declaraciones partidistas en horario de trabajo.
Extrañamente, la queja quedó asentada con el número 117/10 y nunca prosperó.
Ojalá que alguien en el Ayuntamiento de Puebla ya ponga en su lugar al más prepotente de los hermanos Guerrero Ariza.
Ojalá que, también, Tony Gali le ponga un alto a la prepotencia de éste mal funcionario, quien a pesar de ser un catedrático de la Facultad de Derecho de la BUAP utiliza de escudo y de fuero para lograr impunidad, el sello del gobierno de la ciudad.
En Twitter: @poncharelazo