El caso de Thalía Martínez Ramírez está muy cerca de resolverse.
La Procuraduría General de Justicia del Estado tiene elementos para descartar varios móviles del asesinato (como secuestro o robo) y ya tiene varias pistas para encontrar al o a los responsables –se habla de un cómplice, pero no hay nada seguro todavía-.
Diego Alonso, el último novio de Thalía, es el principal sospechoso.
Hay muchos elementos que lo señalan, pero nadie lo puede declarar culpable hasta que confiese o le sea comprobado el asesinato.
Desde el pasado 14 de julio que este reportero supo de la desaparición de la estudiante de la BUAP dio un seguimiento lo más profesional y verídico que podía y conoció detalles de la investigación que hoy vale la pena recordar y que llevaron a Diego Alonso ha convertirse en el principal sospechoso.
El día que desapareció Thalía, el 14 de julio, nadie habló con ella después de que salió de su casa.
Sus amigos la buscaron pero ella no contestó jamás su celular.
La persona que asesinó a Thalía se encargó de mandar mensajes desde el teléfono de la ex estudiante de la BUAP y con la clara estrategia de culpar a Fabián Sánchez, su ex novio que vive en Huamantla.
Diego Alonso fue la persona que presentó la denuncia de desaparición de persona ante la PGJ y después de la descripción física incluyó que Thalía se encontraba probablemente con Fabián en Huamantla.
Cuando la familia de Thalía se metió de lleno a buscar a su hija y fueron a Huamantla se encontraron con toda la disponibilidad de Fabián Sánchez para ubicar a la ex estudiante.
Y todo lo contrario ocurrió en el caso de Diego Alonso.
La familia de Thalía empezó a desconfiar de Diego cuando detectó que su mamá, Margarita Alonso Huerta, tenía metida las manos en el caso de la desaparición.
Y más cuando hicieron diversas peticiones al procurador, Víctor Carrancá, y detectaron que el primero que se enteraba era el propio Diego Alonso.
Y todavía sospecharon más cuando a la mamá de Thalía le mandaron mensajes a su teléfono celular para amenazarla y le decían “güerita”.
Pocas personas le decían a la mamá de Thalía.
Una de ellas es la mamá de Diego.
Y peor cuando empezó una campaña de hostigamiento y claras amenazas contra la hermana y la mamá de Thalía.
Antes de que apareciera el cuerpo de Thalía en Atlixco hubo una grave ruptura entre las dos familias: la de la ex estudiante de la BUAP y la de Diego Alonso.
Inclusive cuando citaron a los papás de Thalía a reconocer el cuerpo, se le prohibió a Diego Alonso acudir al Servicio Médico Forense.
Hoy todo lo señala como el principal sospechoso.
El procurador prometió resolver el tema esta semana.
Y al parece cumplirá su promesa.
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