Del total de billetes que están en circulación en el territorio nacional, el de 500 pesos es el que más usan los mexicanos para realizar sus transacciones, ya que cuatro de cada 10 son de esta denominación, de acuerdo con estadísticas del Banco de México.
Al cierre de agosto había en circulación un total de 5 mil 150 millones de piezas, de las cuales 2 mil 296 millones (44.6 por ciento) eran de 500 pesos; 882 millones (17.1 por ciento) de 200 pesos; 693 millones (13.4 por ciento) de 100; 601 millones (11.7 por ciento) de 50; 580 millones (11.3 por ciento) de 20 y 72 millones (1.4 por ciento) de la denominación de mil pesos.
Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM, destacó que la mayor circulación del billete de 500 se debe a la demanda del público, quienes requieren de denominaciones altas para pagar bienes y servicios.
“Se debe al monto de las transacciones que efectuamos, que se han encarecido. Asimismo, se debe a que no circula para pequeñas transacciones y por lo tanto tiene un periodo de vida más largo, pues se deteriora menos rápido”, dijo.
Raymundo Tenorio, profesor emérito del Tec de Monterrey, coincidió en que el encarecimiento de los productos y servicios han hecho que el público requiera cada vez billetes de mayor denominación.
“Entre más crecen los precios nominales se reduce la eficiencia de hacer transacciones con billetes de baja denominación por la mayor cantidad qué hay que traer en el bolsillo o cartera”, consideró Tenorio, y además destacó que es incluso una señal de que la inflación se ha comido parte del valor nominal del dinero.
Teniendo en cuenta que los billetes de 500 y de 200 son los que tienen una mayor circulación, así como los de mayor intento de falsificación, el banco central decidió que estas dos denominaciones de la nueva familia de billetes fueran los primeros en ponerse en circulación.