En el marco del 25N, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), Xitlalic Ceja García, demandó que un tema que urge atender es el delito de la sumisión química, que consiste en el uso sustancias psicoactivas, como sedantes y somníferos, que se les suministra a mujeres sin su consentimiento para ser violentadas.
“Este delito es sumamente recurrente en los bares, discotecas y eventos masivos donde la venta de alcohol está permitida, y se define como el sometimiento de la voluntad de una persona a partir de la administración de sustancias químicas. Esto se realiza con el objetivo de cometer un delito, los más frecuentes, algún tipo de abuso o violencia sexual, o bien, el robo”, detalló.
La también diputada federal del PRI aseveró que no se puede permitir que este tipo de practicas se normalicen y que los responsables de estos delitos permanezcan en la impunidad.
“La sumisión química para violentar a las mujeres se debe combatir y es una práctica muy común para violentar a mujeres que se da en el marco de reuniones y eventos sociales”, agregó.
Ceja García lamentó que este delito permanece la mayor parte de las veces en la impunidad, bajo el argumento de que se da en contextos de vida nocturna y eventos sociales, que no deben ser utilizados para normalizar este tipo de agresiones.
“Debemos seguir impulsando políticas públicas que garanticen todos los derechos de las mujeres, que podamos poner fin a las brechas de género que aún imperan en nuestra sociedad y eliminar de una vez por todas y para siempre la violencia que todos los días afecta a las mujeres”, expresó.
Más allá de discursos, consideró que se requieren acciones contundentes que pongan fin a la violencia en contra de las mujeres en todas sus manifestaciones. Refirió que, de acuerdo con datos de la ONU, en 2023 se registraron 852 asesinatos de mujeres en el país, lo que equivale a un homicidio con razón de género cada 10 horas, lo que ubica a México en el segundo lugar en Latinoamérica con más casos de feminicidio.
“¿Qué se está haciendo para impedir la violencia? ¿Qué estamos haciendo como sociedad? ¿Cuántas víctimas más están esperando para que se tomen acciones contundentes y haya un alto a la violencia en contra de las mujeres?”, cuestionó finalmente.