El Congreso local aprobó expedir la Ley de Voluntad Anticipada para el Estado de Puebla, que permitirá a las personas con enfermedad terminal vivir la última etapa de su vida sin dolor ni sufrimiento.
La voluntad anticipada es la instrucción plasmada en un documento para que no se someta a una persona en situación terminal a tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida médicamente, pero sea imposible mantenerla de manera natural, como son la ventilación mecánica, alimentación artificial y la resucitación.
En México, 16 entidades han legislado en la materia, entre ellas, Aguascalientes, Guanajuato, Estado de México, Yucatán y Coahuila.
Durante la última sesión ordinaria de Pleno este lunes, las diputadas y los diputados locales aprobaron el dictamen de la iniciativa presentada hace dos años por el grupo legislativo del Partido del Trabajo (PT), que reforma la Ley Estatal de Salud y expide la Ley de Voluntad Anticipada. Esto no tiene que ver con la eutanasia.
Al explicar en qué consiste la modificación, el diputado José Miguel Octaviano Huerta Rodríguez señaló que en Puebla la última voluntad de una persona está protegida por el estado, a través del testamento que regula el Código Civil.
En ese sentido, la persona que padece una enfermedad terminal que en plena capacidad decide ser o no tratado con medicamentos que causen dolor sin esperanza de mejoría, también debería estar protegida por una ley, en este caso la Ley de Voluntad Anticipada.
“La voluntad anticipada se materializa mediante instrumento que pasa por el riguroso filtro de la fe pública notarial, no es cualquier documento, es un documento que está requisitado con todas las formalidades para que la voluntad y dignidad del enfermo estén siempre protegidos por la seguridad jurídica y la atención médica en los hospitales”, explicó Huerta Rodríguez.