Derivado de las acusaciones por violencia política en razón de género y una denuncia por acoso sexual, Acción Nacional (PAN) hizo oficial la expulsión del diputado local Eduardo Alcántara Montiel, de las filas del partido en el estado de Puebla.
La tarde de este 28 de febrero, se dio a conocer que como parte de las decisiones tomadas por los integrantes de la Comisión de Honor y Justicia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del blanquiazul, deberá notificar a nivel estatal sobre la situación.
Aunque fue en el mes de julio del 2023 cuando la lideresa panista, Augusta Valentina Díaz de Rivera, informó que el legislador ya había sido notificado de su exilio de la fuerza política, toda vez que las autoridades federales, a nivel local y federal, lo hallaran culpable.
Esto, tras haber pasado casi cuatro años de que Erika De la Vega Gutiérrez manifestó haber sido hostigada por Alcántara Montiel, al pedirle un millón 500 mil pesos o tener relaciones sexuales con él a cambio de una candidatura por la presidencia municipal de San Andrés Cholula en las elecciones del 2021.
A la par, promovió una denuncia por violencia política en razón de género, razón por la que el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) ordenó su inscripción al Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política en Razón de Género del Instituto Nacional Electoral (INE).
El recurso tiene objetivo ser un medio de información para tomar en cuenta antes de que los diferentes partidos políticos elijan sus perfiles a las candidaturas y llevarlos a las contiendas electorales, pues de esta manera buscan inhibir la violencia contra las mujeres en la vida democrática.
Permanecerá en el padrón
En octubre de 2023, la Sala Regional del Tribunal Electoral Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó la permanencia por tres años de Alcántara Montiel en el padrón, por lo cual quedaría fuera de participar en la urnas para este año.
Sin embargo, durante la misma sesión en la que se dio a conocer la decisión, los magistrados reconocieron que algunas determinaciones fueron excesivas como ordenar una disculpa pública en la tribuna del Congreso del Estado.