Alfonso González
Qué pronto olvidaron en el Partido Movimiento Ciudadano, sus líderes y dirigentes en Puebla y el resto del país, encabezados por Dante Delgado Rannauro, coordinador nacional, su amistad, vínculo y complicidad para apoyar la coalición que llevó al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas (RMV) al gobierno del estado.
Qué asqueroso resulta observar cómo a cuatro años después de aquel suceso, cuando el mandatario anunciaba que sacaría al PRI de Casa Puebla, a estas alturas de la vida política en la entidad quienes provocaron y empujaron ese triunfo se muerdan la boca y se arrepientan.
¿Alguien podría creerles?
¿Cómo creer en la palabra de quienes, primero, enarbolaron, elogiaron e impulsaron a alguien y luego, por no lograr someterlo a sus designios, ahora lo acribillan, fustigan y azotan con todo su potencial?
De más está describir cómo los mandones del Partido Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, se deshicieron en glorificaciones infinitas hacia la figura del gobernador poblano y hoy, por los intereses particulares de sus líderes, se ensañan con el proyecto de su propia creación.
Las declaraciones y advertencias de Dante Delgado durante su visita a Puebla, a San Pedro Cholula, son el vivo ejemplo de la incongruencia.
De entrada ni valor tuvo para declararle la guerra abiertamente a RMV.
Eso sí, apoyó cuando le convino a RVM y ahora que sus intereses son otros pretenden acribillarlo y armarle un ardid, dizque para acabarlo.
Si no conociéramos a Dante Delgado y al edil de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, tal vez otro gallo les cantaría.
Sólo basta observar las cientos de imágenes en las que tanto Dante Delgado como el presidente municipal aparecen con RVM, algunas incluso levantándole la mano, para asquearse de cómo se mueven los peces gordos en la mar de la política.
Eso en mi pueblo es un repugnante absurdo.
Aunque otro dicho popular se repite aquí y en mi rancho reza lo siguiente: “Dios los hace y ellos se juntan”.
Y es el caso de Dante Delgado y José Juan Espinosa.
Así de sencillo.
Cómo olvidar que ambos provienen de familias modestas, tampoco tan humildes y sencillas, que siempre han trabajado para subsistir.
Empero, cómo olvidar, también, que ambos lograron escalar muy rápido tanto en la política como en los negocios, dos ocupaciones que han sabido combinar al amparo del PRI.
Dante Delgado, ex priista y ex zedillista, hijo pródigo de Fernando Gutiérrez Barrios, logró fama y fortuna gracias a sus negocios en Veracruz, en el PRI y en el gobierno federal, durante el sexenio zedillista.
Cómo olvidar que la larga cola, perdón, carrera política del líder nacional del Movimiento Ciudadano se ha dado en medio del escándalo, de diversas acusaciones por enriquecimiento inexplicable, tráfico de influencias, peculado y corrupción.
La película de Dante parece la misma que la de su pupilo en Puebla.
Dante Delgado conoce muy bien la política nacional y sabe perfectamente que el proyecto presidencial morenovallista es una realidad, puede cuajar y que ahora ha decidido intentar detener.
La pregunta de los cien millones es: ¿De parte de quién?
¿O a quién más podría adjudicársele la veintena de manifestantes en Veracruz, la tierra de Dante Delgado, quienes protestaron recientemente por el caso Chalchihuapan?
Lo extraño es que mientras 20 personas, patrocinadas por Dante y sus cuates, se manifestaron en contra de un tema en específico, otros 5 mil lo hicieron para apoyar las candidaturas del PAN en el puerto jarocho, durante la visita de RMV.
Muy tarde llegó el apoyo y la ayuda de Dante Delgado a San Pedro Cholula.
Y lo peor, ahora que metió la mano y operó en Veracruz para tomar venganza por su alumno dejó el surco visible, ese que dejan las víboras a su paso cuando se arrastran por la tierra.
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¡Tony Gali, gobernador!
Fue el viernes pasado, poco antes de asistir al 23 Aniversario del Periódico Síntesis, cuando el presidente municipal de Puebla,Tony Gali, asistió a la ciudad de México para recibir la Presea “Federico Barrera Fuentes” que otorga el Club Primera Plana por su contribución para que la ciudad de Puebla se mantenga como Patrimonio de la Humanidad y su impulso, en general, a la cultura.
El evento, trascendió, brilló porque uno de los galardonados fue Tony quien se ganó a los presentes por ofrecer no un discurso ya preparado con antelación sino más bien uno improvisado y ameno.
Y lo mismo sucedió poco antes de asistir al evento, ya que el edil capitalino se detuvo antes en un restaurante de la ciudad de México para tomar un café y se llevó la sorpresa que un par de comensales que se encontraron en el lugar le gritaron “Tony Gali para gobernador de Puebla”.
El edil, por supuesto, agradeció el gesto y se comprometió a seguir demostrando que en Puebla sí se puede desarrollar, cambiar y progresar.
En Twitter: @poncharelazo