Un nutrido contingente de ciudadanos, quienes bautizaron su movilización como “La marcha por la paz y la dignidad en Puebla”, se manifestó el domingo en la capital poblana en protesta por diversas acciones emprendidas como el desalojo de la carretera Puebla-Atlixco el pasado 9 de julio.
Los quejosos lanzaron consignas en contra del gobierno y reclamaron el fallecimiento del menor José Luis Tehuatlie Tamayo, quien acudió al bloqueó de la autopista a Atlixco organizado y convocado por la diputada federal perredista Roxana Luna Porquillo.
La marcha estuvo vigilada por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para garantizar los derechos, la seguridad e integridad de los manifestantes, quienes decretaron al final del evento un saldo blanco.
Los manifestantes mostraron toda clase de pancartas, exigencias y reclamos al gobierno, pues estuvo encabezada por las panistas Ana Teresa Aranda, Violeta Lagunes Viveros, así como por la legisladora Roxana Luna, la diputada local del partido Verde Geraldine González Cervantes, el perredista Gerardo Fernández Noroña, y otros rivales políticos del grupo que encabeza la administración estatal.
En la movilización también estuvieron presentes la madre del menor fallecido, Elia Tamayo Montes; el empresario y político Emilio Maurer Fernández, además de otros personajes como Gabriel Hinojosa Rivero.
La manifestación por la paz se efectuó sin mayores contratiempos, pues el gobierno del estado garantizó la seguridad del contingente que marchó del centro comercial Las Ánimas, pasando por el bulevar Atlixco, la Avenida Juárez, la Avenida Reforma, hasta llegar al zócalo de la ciudad.
La disputa por el número de asistentes
Aunque los organizadores de la marcha por la paz aseguraron que se manifestarían al menos 30 mil personas, el número de asistentes no logró la expectativa que se tenía pues apenas reunió, según estimaciones del gobierno del estado, alrededor de mil 250 personas.
En redes sociales se manejaron diversas cifras relacionadas con el número de asistentes a la marcha, las cuales se dispararon particularmente por parte de los detractores y críticos del gobierno del estado.
Algunos participantes de la marcha por la paz portaron playeras con diversas leyendas y con diseños que hicieron alusión al conflicto generado en Chalchihuapan, los cuales generaron un jugoso negocio para sus creadores por la venta de las prendas.
Los quejosos responsabilizaron del desalojo y de los heridos en la manifestación del pasado nueve de julio a Luis Maldonado Venegas, secretario General de Gobierno; a Facundo Rosas Rosas, de Seguridad; y al procurador Víctor Carrancá Bourget.
La manifestación concluyó alrededor de las 14:30 horas, sin incidentes y con la garantía del gobierno para poder manifestarse en el estado sin problema alguno.