En un trayecto que debía ser rutinario, el camión con número económico 104 avanzaba cargado con un valioso concentrado de oro y plata. Su destino era el puerto de Manzanillo, punto clave para las exportaciones mineras mexicanas. Pero no llegó. En su camino, cerca de la Zona Metropolitana de Guadalajara, un comando armado interceptó el vehículo, ejecutando uno de los robos más impactantes al sector minero en lo que va del año.
Los hechos ocurrieron el viernes 4 de julio. El tractocamión, operado por la empresa Fletes Durango, transportaba 33 toneladas de material propiedad de Grupo Minero Bacis, empresa con sede en Durango y dedicada a la extracción de metales preciosos para su comercialización nacional e internacional. Fue ahí, en la carretera que conecta Durango con el Pacífico, donde dos vehículos blancos con cristales polarizados bloquearon su paso.
Los asaltantes, armados y organizados, sometieron al conductor y a los custodios de seguridad. Privados de la libertad por aproximadamente hora y media, los trabajadores fueron finalmente liberados sin lesiones. Apenas recobraron la libertad, acudieron a la caseta de Chapala para notificar lo ocurrido a elementos de la Guardia Nacional.
El tractocamión fue encontrado más tarde. Pero la góndola con las 33 toneladas de concentrado de oro y plata simplemente había desaparecido.
En un comunicado, Grupo Minero Bacis lamentó el incidente: “Este robo deteriora el giro del negocio minero, así como los ingresos al país”, señaló la empresa encabezada por José Jaime Gutiérrez Núñez, expresidente de la Cámara Minera de México. Confirmó además la suspensión temporal de sus operaciones para garantizar la seguridad del personal.
Aunque no se reveló el valor exacto del cargamento, se calcula que el robo asciende a varios millones de dólares. Las autoridades federales y estatales han abierto una investigación para localizar el mineral sustraído y dar con los responsables. Hasta ahora no se reportan detenciones ni pistas claras sobre el paradero de la carga.
Este episodio no solo representa un severo golpe económico, sino que también pone de nuevo en el centro del debate la fragilidad de las rutas logísticas del país. México, uno de los principales productores de plata en el mundo, ocupa el lugar 74 en el índice de Atracción Minera del Instituto Fraser, siendo la inseguridad uno de los factores que más desalientan la inversión en este sector estratégico.
Mientras la góndola cargada de metales preciosos continúa desaparecida, el robo deja tras de sí un rastro de incertidumbre: para los trabajadores, para el mercado minero y para un país que lucha por mantener a salvo los tesoros que extrae de su suelo.