Al acreditarse la culpabilidad de Marcos N. en el delito de trata de personas en su modalidad de explotación sexual por prostitución ajena, se obtuvo una sentencia de más de 33 años de prisión en su contra.
Se tiene conocimiento de que, en 2015, la agraviada inició una relación de noviazgo con Marcos N., quien se desempeñaba como policía ministerial de Tlaxcala. Un año después, al irse a vivir juntos, el hombre la obligó mediante amenazas y golpes a trabajar en un bar de San Pablo del Monte, Tlaxcala, donde tenía que ingerir bebidas alcohólicas y sostener relaciones sexuales con los clientes.
Meses después, la víctima fue trasladada a diferentes bares de Tijuana, Baja California, Mérida, Yucatán y Puebla, para ejercer el sexoservicio. El dinero que ganaba debía ser entregado íntegramente a su explotador o de lo contrario la golpeaba, y en varias ocasiones la agredió sexualmente.
El 13 de julio de 2018, la joven logró escapar de un bar de Jolalpan, Puebla, siendo auxiliada por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, que inició la investigación.
Por estos hechos, Marcos N., dado de baja en 2018 como agente ministerial del estado de Tlaxcala, fue aprehendido y entregado a la autoridad judicial.
Mediante los datos de prueba presentados durante el juicio oral, el Tribunal de Enjuiciamiento le impuso una sentencia de 33 años, 9 meses de prisión, así como una multa de un millón 698 mil 180 pesos, y el pago de la reparación del daño moral por 73 mil 040 pesos.