Un hombre muerto, fue el saldo que dejó la balacera realizada por un presunto comando armado que rafagueó el motel Kilómetro 77, ubicado sobre la carretera federal México-Tuxpan, en la junta auxiliar La Venta, perteneciente al municipio de Huauchinango, en la Sierra Norte de Puebla.
Según testigos de los hechos, la noche de ayer, cerca de las 21:00 horas, un grupo de encapuchados llegó al lugar portando armas de grueso calibre y abrió fuego en contra del auto hotel. La balacera, de acuerdo con los testigos, se prolongó durante cerca de 20 minutos.
Vecinos de la zona fueron quienes hicieron el reporte del ataque a los números de emergencia. Uno de los testigos cuenta que vivieron momentos de pánico al escuchar las ráfagas de disparos, lo que ocasionó crisis de nervios en algunas personas que viven cerca del lugar.
Fueron policías municipales los primeros respondientes y cuando llegaron al lugar de los hechos, las sirenas de sus patrullas alertaron a los encapuchados, quienes al notar la presencia de los representantes de la ley inmediatamente abordaron sus vehículos y emprendieron la huida.
Los balazos alcanzaron a un hombre que se encontraba en el interior del motel, por lo que se solicitó el apoyo de especialistas en urgencias médicas. Un poco más tarde, paramédicos realizaron una valoración del estado de salud del hombre, y notaron que ya carecía de signos vitales por una herida de proyectil de arma de fuego. De igual manera, se prestó atención médica a algunos de los vecinos que presentaron crisis nerviosa.
Hasta el momento no existe un reporte oficial de parte de las autoridades y se desconoce el motivo de la balacera. Lo que se sabe es que fueron más de 200 casquillos percutidos los que se encontraron en el sitio y versiones extraoficiales apuntan a un posible “cobro de piso” o ajuste de cuentas de una banda delictiva que opera en la zona de los límites entre Puebla e Hidalgo.
El lugar quedó acordonado y resguardado por distintas corporaciones de seguridad que llegaron, entres estas las policías Municipal y Estatal, Guardia Nacional, Ejército mexicano y agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE), estos últimos se encargaron de iniciar las pesquisas y el levantamiento del cadáver.