Repuesto de un cáncer de estómago y tras 13 meses de ausencia en la vida pública del país, en la primera semana de este mes reapareció Dante Delgado Rannauro, el fundador de Movimiento Ciudadano, quien recuperó su papel de líder de esta fuerza partidista generando actos de unidad en los dos bastiones emecistas de Jalisco y Nuevo León. Un proceso que incluyó reprender con mucha dureza a la legisladora poblana Fedrha Isabel Suriano Corrales por estar excluyendo de Movimiento Ciudadano a los nuevos aliados políticos, provenientes del PRI, y advertirle que su comportamiento contraviene la línea nacional de la agrupación “naranja”.
Pareciera que fue una advertencia a Fedrha Suriano de que si no cambia de actitud, se pone en riesgo su cargo de presidenta de la Coordinación Estatal de Movimiento Ciudadano en Puebla.
Dicho regaño habría sido por la actitud que ha tomado Suriano Corrales de advertir, en público y privado, que no va a permitir que sean candidatos a cargos de elección popular los priistas que, en los últimos dos meses y medio, han estado desertando a Movimiento Ciudadano. Todo eso como consecuencia de que el senador Néstor Camarillo Medina dejara la dirigencia del PRI poblano y se convirtiera en el nuevo activo político de Movimiento Ciudadano.
La amonestación se generó en la ciudad de Monterrey, el pasado día 9 de este mes, en el marco del cuarto informe de Samuel García como gobernador de Nuevo León, en donde se aprovechó ese evento para reunir a los principales liderazgos de Movimiento Ciudadano en el país en torno al regreso de Dante Delgado, quien ahora se hará cargo de los procesos internos para seleccionar a los próximos candidatos a cargos de elección popular que nominará el llamado “partido naranja”.
Fueron dos episodios de fuertes y directos reclamos de Delgado hacia la legisladora Suriano Corrales.
Para sorpresa, o mejor dicho mala suerte, la dirigente emecista se topó con el político veracruzano con información precisa y contundente de lo que pasa en Puebla.
Todo empezó cinco días antes en Guadalajara, Jalisco, en donde Dante Delgado hizo su primera aparición pública desde que anunció, en agosto de 2024, que tenía cáncer de estómago.
Con una figura irreconocible, ya que perdió 40 kilos, no solo dio a conocer que se ha librado de la enfermedad oncológica, sino se propuso generar un acto de unidad de las diferentes corrientes de Movimiento Ciudadano, aprovechando el encuentro que se motivó por el primer informe del mandatario tapatío, Pablo Lemus Navarro.
Por lo que se convocó para el domingo siguiente a un nuevo acto de unidad, ahora en Monterrey, para que se sumaran la mayor cantidad de dirigentes emecistas del país. Al segundo encuentro asistieron los poblanos Néstor Camarillo Medina y Fedrha Suriano Corrales, por separado.
Ahí en la ciudad más rica del país, hubo un encuentro en donde por primera vez se conocieron Néstor Camarillo y Dante Delgado. Nunca se habían dado la mano, ni habían conversado. Cuando el primero dejó el PRI –en agosto pasado– el fundador de Movimiento Ciudadano y exgobernador de Veracruz estaba retirado de toda actividad pública.
No obstante que no se conocían los rostros, Delgado tras darle a Camarillo la bienvenida a Movimiento Ciudadano de inmediato le dijo, en voz alta para que todos los presentes escucharan, que ya estaba enterado de que a él y otros priistas que se han sumado al “partido naranja” les estaban cerrando los espacios de participación en la vida orgánica de esa dicha fuerza política. Le prometió que eso se iba a remedir.
Más tarde, al saludarse directamente Fedrha Suriano y el creador de Movimiento Ciudadano, el segundo fue directo al grano, al señalar que ya tenía conocimiento de su actitud de advertir, de amenazar, que los priistas que se han sumado a Movimiento Ciudadano no tendrán espacios en las candidaturas de los comicios de 2027.
Le reclamó, con un claro rostro de molestia, que esa no es la línea de orientación del partido, que se ha destacado por sumar a miembros de otras fuerzas políticas.
Suriano se intentó defender, habría dicho palabras más, palabras menos, algo así como: “le han informado mal… son versiones falsas…”
A lo que Dante Delgado le habría interrumpido y le espetó que él ha leído directamente las notas periodísticas de Puebla y las versiones textuales de sus declaraciones a la prensa, así como de sus dichos en reuniones políticas.
La conversación de lo que pasa en Puebla terminó cuando Dante Delgado volteó a ver a Jorge Álvarez Máynez, el presidente nacional de Movimiento Ciudadano, que en ese momento presenciaba –en silencio– el regaño a Fedrha Suriano, a quien le habría dado la instrucción de que esa exclusión se debe terminar en el escenario poblano del partido.
Una Fedrha Suriano que no salía del asombro, a la que solo le quedó decir que habrá un trabajo de inclusión en Puebla.
Dato curioso: los tres personajes que estuvieron involucrados en esa discusión sobre Puebla, es decir Néstor Camarillo, Fedrha Suriano y Dante Delgado, tienen una similitud: sus carreras iniciaron en el PRI y ahora son activos importantes de Movimiento Ciudadano.
Se remedió la traición de Enrique Alfaro
El llamado a la unidad en Puebla no fue un acto circunstancial o aislado. Fue parte de un proceso que recuperación de la cohesión en Movimiento Ciudadano que ha emprendido Delgado en su calidad de fundador y guía de este partido político.
En el proceso electoral de 2024, se generó una fuerte fractura en Movimiento Ciudadano por la traición del entonces gobernador saliente de Jalisco, Enrique Alfaro, quien se sumó a la campaña de la candidata presidencial del PRIAN, Xóchitl Gálvez, y le dio la espalda a Movimiento Ciudadano, el partido que lo llevó a la titularidad del Poder Ejecutivo tapatío.
Desde ese entonces, surgieron dos corrientes: los grupos “Monterrey” y “Jalisco”. El primero se apoya en Jorge Álvarez Máynez y el segundo en el senador Luis Donaldo Colosio Riojas, el hijo del fallido candidato presidencial priista, Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Las diferencias entre las facciones “Jalisco” y “Monterrey” se estaban ya ensanchando.
Por eso fue un alivio para Movimiento Ciudadano que Dante Delgado regresara al redil político a buscar zanjar esas marcadas diferencias entre los dos grupos hegemónicos del “partido naranja”.




