Una duda creciente entre los magistrados, jueces y funcionarios del Poder Judicial poblano es cómo le hizo el nuevo presidente del Consejo de la Judicatura, Pedro Antonio Martínez Hernández, para titularse como licenciado en Derecho a los 18 o 19 años de edad.
Según su acta de nacimiento, Pedro Antonio Martínez nació el 3 de febrero de 1996, y según su constancia de situación profesional, este obtuvo su título como licenciado en Derecho por el Instituto de Estudios Universitarios (IEU) campus Puebla el 27 de mayo de 2015 cuando tenía 19 años.
A esa edad un estudiante normal, que no sea como el adolescente prodigio de la serie de televisión estadounidense Doogie Howser o El Doctorcito, está concluyendo el bachillerato, el tercer año de preparatoria o cursando el primer cuatrimestre de carrera.
Considerando que la expedición de su título profesional tiene fecha de mayo de 2015, y que el procedimiento para gestionarlo se demora unos seis meses por el examen profesional o la constancia de exención del mismo, y los pagos y trámites que deben hacerse ante la Secretaría de Educación Pública, Pedro Antonio Martínez debió concluir su carrera cuando tenía apenas 18 años.
Llama la atención que siendo el suyo un caso extraordinario, por tratarse de un adolescente talentoso y con habilidades fuera de serie, ninguna universidad particular de las grandes de Puebla lo haya fichado en el bachillerato u ofrecido una maestría o doctorado después de haber concluido su licenciatura.
También resulta raro que cuando fue promovido de secretario de Acuerdos a magistrado del Tribunal Superior de Justicia, luego como miembro del Consejo de la Judicatura y ahora como presidente de este órgano administrativo, de vigilancia y disciplina del Poder Judicial del estado, nadie haya ponderado los méritos de nuestro Doogie Howser del Derecho.
¿O será acaso porque algo anda chueco en el título que le expidió el IEU, en el Registro de Profesiones de la SEP, o que aun con esa constancia Pedro Antonio Martínez no cumple con los requisitos que establece la Constitución del estado para haber sido nombrado presidente del Consejo de la Judicatura?
Conste que son preguntas.
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Los ambiciosos herederos de Doña Socorrito y sus amigos del Poder Judicial
Trivia:
¿Qué influyente personaje anda interviniendo en un juicio de muchos millones de pesos por la disputa de la herencia que dejó la empresaria Socorro Romero Sánchez de Tehuacán?
Los enterados aseguran que este ha recomendado inclinen la balanza a favor de Alfonso Celis Enecouz (hijo del difunto Alfonso Celis Romero), que denunció a su tío Miguel Ángel Celis por extorsión, delito por el cual está en prisión.
Francisco Javier Orozco Treviño, juez de Control de la Región Judicial Sur Oriente Tehuacán, es quien vinculó a proceso a Miguel Ángel Celis y quien pidió prisión preventiva “justificada”, que su defensa está impugnando ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
De ahí las presiones al magistrado de la Décima Primera Sala Unitaria de lo Penal del TSJ.
Otra celebridad de Tehuacán con mucho interés en este juicio y con la permanencia en la cárcel de su primo, el empresario Miguel Ángel Celis, es la presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo.
Olga Lucía busca ser una de las herederas de la fortuna creada por doña Socorrito Romero en Tehuacán.
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