Parece que en la Secretaría de Salud (SSA) del estado de Puebla hay una doctora que cuenta con el don de la ubicuidad, pues resulta que es una destacada epidemióloga que tiene la particularidad de que trabaja, por lo general, al mismo tiempo en la ciudad de Tehuacán y en el municipio de Tepexi de Rodríguez, sin importar los 84.6 kilómetros que separan a ambas demarcaciones y que recorrer ese trayecto implica una inversión de tiempo de, por lo menos, una hora con 50 minutos, usando un buen auto.
Y lo que es más sorprendente, es que en algunas ocasiones mientras en uno de sus dos sitios de trabajo se reporta enferma, en el otro se le ve muy sana ejerciendo su labor médica.
Aunque por lo general siempre está presente en el par de plazas que tendría asignadas. No cabe duda de que tiene la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo y coordinando los servicios de epidemiología.
O por lo menos, eso es lo que aparece en los reportes administrativos de la Secretaría de Salud.
De acuerdo con la copia de una carta que llegó a manos de este columnista y que supuestamente fue enviada a la oficina de Carlos Olivier Pacheco, el titular de Salud en el Gobierno del estado, se expone que esta situación ha generado un clima de malestar entre los trabajadores de la SSA de Tehuacán.
Los autores del texto, que dicen ser doctores, sostienen que esa capacidad de ubicuidad se debe a que la doctora en cuestión recibiría una serie de privilegios que le otorgaría Fernando García Hernández, quien es el jefe de la Jurisdicción 10 de la SSA, con sede en la ciudad antes citada.
Según la denuncia –expresada en la misiva– la doctora a la que se hace alusión sería Margarita Romero García, quien tendría el número de trabajador 4991.
En el texto se asegura que la galena Margarita Romero se desempeña como coordinadora de Epidemiología en la Jurisdicción Sanitaria 10 de Tehuacán y al mismo tiempo, es epidemióloga en el Hospital Rural del Instituto Mexicano del Seguro Social de Tepexi de Rodríguez.
Situación que violaría la norma de Ley del Servicio Público que prohíbe a los trabajadores tener plazas y salarios en dos dependencias públicas al mismo tiempo.
Para lograr sortear los compromisos que implica tener esas dos plazas, dicen los inconformes, la doctora Margarita Romero ha echado mano de solicitar, tan solo en este año, 67 días de incapacidad médica en su centro de trabajo de la SSA.
Además, se le permite cambiar constantemente de horarios y los días de jornadas laborales, ocupando en muchas ocasiones espacios que únicamente son para el personal de base, cuando ella está contratada como trabajadora de confianza.
También se le ha permitido, dicen lo quejosos, checar por las noches sus entradas y salidas en la Jurisdicción Sanitaria 10, para que de esa manera se ausente y aparezca como si hubiera laborado normal a lo largo del día.
Esa situación le estaría permitiendo ir y regresar de su plaza laboral que tendría en el Hospital Rural de Tepexi de Rodríguez, sin que se detecte –desde el punto de vista administrativo– su ausencia en su sitio de trabajo de Tehuacán.
Si resultaran ser ciertas las acusaciones que se expresan en esa carta, sin duda quien sería el principal responsable es el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 10, Fernando García Hernández, pues se supone que es el encargado de evitar estas anomalías.
No cabe duda de que el sector de salud pública de Puebla es “un barril sin fondo” en el que nunca acaban los problemas.
En la actualidad persiste un fuerte malestar por la falta de fármacos e insumos en los hospitales del estado.
Situación que se agrava en la atención a enfermos de cáncer.
Y a lo anterior hay que sumar la falta de médicos y enfermeras, aunado a que no se ha cumplido con la promesa de que todo el personal estaría basificado a más tardar el año pasado.
Son tantos y complejos los problemas de la SSA y el programa IMSS Bienestar, que sería grave tolerar un asunto de una doctora con dos plazas a la vez, lo que implica necesariamente dejar de atender pacientes de uno o de otro lado. Es algo que no se tendría que tolerar.