“Sí estuvimos en la protesta, pero no tuvimos nada que ver con la quema del autobús”, dijo la tarde de ayer, 4 de septiembre, Rubén Sarabia, “Simitrio”; el líder de la 28 de Octubre tuvo, ante las evidencias, que aceptar que su organización participó en la manifestación que el lunes llevaron a cabo en la capital de Puebla las normalistas de Teteles.
Así quedó al descubierto, por aceptación de parte, que esta organización, ligada al narcomenudeo y el cobro de piso, está y ha estado detrás de las normalistas porque esta escuela, que ha instaurado un gobierno independiente, les sirve como coto de poder político y económico.
Ahora, que Rubén Sarabia salga a decir que “nada tuvieron que ver con la quema de autobuses” y que según ellos se fueron antes de que esto sucediera, no solo es poco creíble sino que no va a convencer a nadie de ello.
Gobernación tiene pruebas suficientes no nada más de que participaron en la protesta, sino de que también lo hicieron activamente en los desmanes que dejan muy mal a Puebla a nivel nacional.
Dice “Simitro” que según estuvieron ahí como una muestra de solidaridad.
¿Por? ¿Cuándo han sido “solidarios” con el movimiento estudiantil?
Me refiero al legítimo.
Debe tener cuidado, porque dice que quien le atribuyó la quema “mintió” y, hasta ahora, yo solo he escuchado al gobernador Alejandro Armenta hacerlo. No creo, para nada, que el mandatario estatal haya hecho dichos señalamientos a la ligera.
Ahora dicen que se quieren reunir y que, según ellos, defienden la causa social.
La verdad es que, personalmente, como ciudadana, me da gusto que haya quedado al descubierto la participación de esta organización en los, estos sí, actos vandálicos.
Porque intentaron hacer creer que se trataba de una movilización estudiantil cuando no lo era.
El reto contra esta organización y otras como Antorcha Campesina y la Doroteo Arango está latente.
El Gobierno tiene por delante el gran reto, en este caso, no del diálogo sino de la disolución.
¿Ustedes qué opinan?