Era el 6 de marzo del 2006, cuando el entonces titular del Congreso de Puebla, Rafael Moreno Valle, renunció al PRI junto con otros cinco legisladores como una forma de manifestar su rechazo al candidato Roberto Madrazo y al gobernador, Mario Marín.
Se afilió a Acción Nacional y con el impulso de los panistas de cepa Roberto Grajales y Ángel Alonso Díaz Caneja, se convirtió en el 2009 en el mejor candidato del partido para contender por la gubernatura.
Moreno Valle se preparó para construir un proyecto opositor que, al año siguiente, derrocaría por primera vez al PRI del Gobierno del estado y lo colocaría como el gran inventor de las alianzas electorales.
Para ganar, Rafael Moreno Valle fue oposición; antes de él, el PAN era nada, un partido que por suerte había ganado la Presidencia Municipal con Gabriel Hinojosa y nada más. Un blanquiazul lleno de “familias custodias” ya con tradiciones viejas y discursos repetidos.
El exgobernador de Puebla enarboló todo un discurso en contra del PRI y de Mario Marín. Aprovechó el caso Lydia Cacho y no tuvo miedo de criticar al gobierno de un partido hegemónico que podría inventarle cualquier cosa y convertirlo en preso político.
Con el exmandatario y toda la cepa de morenovallistas creada en torno a él, se apoderó del PAN y de los partidos aliados: Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y Compromiso por Puebla.
En campaña se fue contra Valle Fantástico, fraude fantástico; “La Célula”, como el elefante blanco del marinismo; los dispendios de Alfredo Arango –quien terminó tras las rejas– y Javier García Ramírez –fugado.
Acción Nacional tuvo su momento de mayor gloria. Ganó tres veces seguidas la gubernatura, mantuvo la alcaldía con Lalo Rivera, y así a los yunquistas felices, tuvo las presidencias municipales más importantes y mayoría constitucional en el Poder Legislativo.
Manejó la Fiscalía, los tribunales electorales, el Poder Judicial, Derechos Humanos y hasta transparencia.
A ver, ahí se descompuso todo, el morenovallismo se convirtió en lo que tanto había criticado y terminó con una Puebla ultra mega endeudada.
Esa es otra historia, pero hoy el tema es el partidista, el que hoy no existe en la oposición miedosa con un discurso cuidado en el que solo atacan a los alcaldes y al Gobierno federal.
Mientras, Morena, el partido más importante del país trabaja en Puebla a tres bandas:
- Promueven la afiliación de un millón de ciudadanos antes que termine el 2025.
- Se organizan en más de 2 mil comités seccionales.
- Mueven ya sus corcholatas a la alcaldía.
Todo esto pasa mientras el PAN se duerme en sus laureles.
Mario Riestra entrega la estructura partidista a sus amigos y los de su familia. Apenas la semana pasada nombró a la experredista y expriista Esthefania Meraz como directora de Comunicación Social del partido y sube videos para enseñar a detectar vasijas falsas.
@marioriestrapina ¿Saben diferenciar entre una pieza buena y una mala? 😃 con el sonido la diferencia es muy notoria. #sabiasque #aprendiendoentiktok #artesanias #puebla #marioriestra ♬ The Mountain – FASSounds
Mientras, el exalcalde de Puebla Eduardo Rivera publica sus reflexiones sobre la natación en aguas abiertas.
Video: Instagram / eduardorivera01
Pobre oposición… necesita un Rafael Moreno Valle.