Un malestar creciente entre los trabajadores de los poderes públicos de Puebla se traduce en una sola pregunta: ¿dónde quedaron los 20 millones de pesos de pesos de cuotas que le tocó administrar a la actual gestión sindical? Eso enojo crece porque le quedan escasos tres meses de mandato a Jhovani Oliver Gallo, quien es secretario general de la organización gremial, y nadie percibe en qué se empleó ese dinero. Tal situación apunta a que al dirigente le espera un cierre muy complicado y con muchos cuestionamientos en su contra.
A eso obedece la urgente necesidad de Oliver Gallo de buscar que su sucesor en el puesto de dirigente gremial salga del actual Comité Ejecutivo, como una manera de garantizar “que le cuiden las espaldas” en la siguiente gestión, ante la falta de transparencia de las aportaciones mensuales de más de 3 mil 400 trabajadores del estado.
Es decir, quiere que se repita el mismo esquema por el cual a él lo pusieron como candidato a secretario general por parte de la anterior dirigente sindical, Virginia Socorro Meza Cruz, quien lo impulsó a cambio de que no se auditaran las cuentas de la organización laboral, lo que así ocurrió.
Aunque de poco sirvió, porque ahora ambos personajes están distanciados y enfrentados.
El cuestionado acto de la Secretaría de Medio Ambiente
De manera intempestiva, hace una semana inició “la precampaña” de una mujer llamada Cecilia Marcos Lozano, quien es la secretaria de Acción Femenil del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes de Puebla y Organismos Descentralizados, y aspira a competir por la dirigencia de la organización, cuando el proceso electoral del gremio oficialmente arranca hasta el próximo 15 de noviembre.
Utilizando colores naranjas, Marcos Lozano –quien apenas lleva dos años en las actividades sindicales– mandó una invitación en la que claramente se lee que está convocando al “Arranque de Precampaña”, pese a que todavía no hay proceso electoral; en un evento propuesto a las 14:45 horas del 12 de agosto pasado, en la sede de la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial.
Dicho acto contaba con el respaldo oficial de funcionarios de esa dependencia, tal como se expone en la circular SMADSOT.SP.0011/2025, firmada por Hebert Isaac Álvarez García, quien se pone el cargo de “secretario particular”, mediante la cual pide que todas las unidades administrativas de la dependencia que deben “dar facilidades” para que los trabajadores acudan al acto de Cecilia Marcos Lozano.
Lo más grave del texto es donde indica que el evento se realizará: “en las instalaciones de esta Secretaría”.
Trascendió que en la Secretaría de Gobernación se puso “el grito en el cielo” al advertir que no es época de campañas electorales y que no se podía utilizar las instalaciones, ni los recursos del Poder Ejecutivo, para promover a una aspirante a candidata sindical.
Por lo que se habría advertido que ese evento no se podía realizar en la sede de la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial.
Sobre todo porque el artículo 40, fracción VIII, de los Estatutos del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes de Puebla y Organismos Descentralizados es muy claro, al indicar que es obligación de los agremiados: “Abstenerse de hacer propaganda de ninguna clase dentro de los edificios o lugares de trabajo”.
Al final se efectuó el “arranque de precampaña” de Cecilia Marcos Lozano, pero se llevó acabo en la vía pública y se acabó desinflando, pues los conocedores de la vida interna de la agrupación sindical contaron únicamente la asistencia de 15 de los 3 mil 400 trabajadores de base, quienes son los que tienen derecho a votar en la próxima elección interna.
Ese resultado ha prendido los “focos rojos” por segunda vez, en los últimos cuatro meses, en el grupo político de Jhovani Oliver Gallo, pues no acaba de encontrar a un candidato fuerte que le ayude a ganar los comicios que se avecinan.
Su primera apuesta fue impulsar como posible candidato a Emanuel de Jesús Rodríguez, un sindicalista que creó una asociación civil llamada Innovando el Futuro, pero no creció en popularidad y al parecer se metió en un lío al otorgar diplomas a burócratas, que deberían haber sido avalados por la Secretaría de Educación Pública.
Ahora su esperanza es Cecilia Marcos Lozano, pero su primera actividad ha dejado mucho que desear.
En las redes sociales de algunos burócratas se ha hecho mofa de la aspirante indicando que quiere dirigir el sindicato y no conoce las reglas básicas, como el no poder utilizar recintos oficiales para actividades proselitistas y que los estatutos no permiten arranques de campaña adelantados.
Las cuotas
Luego de año y medio de conflicto sindical, Jhovani Oliver Gallo llegó al cargo de secretario general del sindicato de burócratas y la Secretaría de Finanzas del Gobierno del estado le transfirió entre 10 y 11 millones de pesos correspondientes a las cuotas sindicales del periodo en que no hubo una dirigencia. Posterior a ello, en los últimos 14 meses se han contabilizado otros 8 o 9 millones de pesos de aportaciones de los agremiados.
Hasta ahora, los delegados y subdelegados del sindicato no han tenido en las manos un informe oficial que explique, a detalle, el uso de las cuotas sindicales.
El tiempo de Jhovani Oliver se agota para demostrar el uso de esos fondos.