El partido Movimiento Ciudadano se presenta como “la alternativa joven de México”, que no le interesa solo ganar el poder, sino pacificar y transformar al país. Un discurso demagógico que se tropieza con los excesos e ineficiencias de varios de sus gobernantes y dirigentes. Tal es el caso de lo ocurrido este martes en Cuautlancingo, en donde no se pudo instalar el Consejo Municipal Contra las Adicciones por el sabotaje de la regidora Evelyn Yadira Camela Hernández, quien es representante del llamado “movimiento naranja” y es un cuadro cercano a Fedrha Suriano Corrales, la líder estatal del Movimiento Ciudadano.
Un suceso grave si se toma en cuenta lo siguiente: Cuautlancingo es un municipio conurbado a la capital a través de la junta auxiliar Romero Vargas que, desde hace dos décadas, es considerada uno de los epicentros de la venta y consumo de drogas duras en la Zona Metropolitana de Puebla.
Una situación que se ha agudizado por la proliferación del comercio de cristal, tachas y cocaína que se vende a precios baratos, en mucho por la mala calidad de su fabricación y porque los principales compradores, son consumidores de estratos populares.
Es en la Romero Vargas de donde salen a diario y a toda hora grupos de “narcomenudistas” a “colocar los enervantes” en la vía pública de la capital. O también, muchos consumidores acuden a las llamadas “narcotienditas” que abundan en las calles estrechas y laberínticas de esta comunidad, asentada a un costado del bulevar Forjadores y de la avenida Zavaleta.
En la práctica, hay un límite geográfico difícil de ubicar entre la Romero Vargas y Cuautlancingo, ya que sus calles están unidas. Por esa razón, es compartido el grave problema de adicciones, sobre todo entre adolescentes que usan el cristal como un estimulante sexual; o entre adultos que son choferes del transporte público o trabajadores de fábricas y mercados, en donde se necesita dormir poco, aguantar mucho y laborar en exceso. Para tener esas condiciones recurren al consumo de diversos enervantes.
Es tan grave el problema de la venta y uso de drogas en esa franja urbana, que en octubre de 2013 el Gobierno federal instaló en Cuautlancingo uno de los primeros Comités Municipales Contra las Adicciones del país, que están bajo control de la Secretaría de Salud.
En aquella ocasión solo se eligieron siete municipios del estado para abrir esos centros de ayuda, pero los dos más importantes fueron el de Puebla capital y el de Cuautlancingo.
Por tanto, no es un asunto menor que Cuautlancingo se haya quedado sin el Comité Municipal Contra las Adicciones.
La fecha límite para que empezara a funcionar ese centro de atención era este 29 de julio. La responsabilidad de lograr su funcionamiento recayó en la Comisión de Salud y Asistencia Pública del Cabildo, que preside la regidora Evelyn Yadira Camela Hernández, quien se ha destacado porque muchos la consideran como la principal aspirante de la oposición, formada por el PAN y Movimiento Ciudadano, para diputarle el poder a Morena en los comicios de 2027.
Desde hace 30 días, se planteó que era necesario convocar a los funcionarios de la Jurisdicción 5 de la Secretaría de Salud para instalar el comité en cuestión, que no es un simple acto protocolario, sino es un acto institucional necesario para la tramitación de los recursos que se requieren para que funcione dicha instancia de atención a la población con problemas de drogadicción.
Resulta que la regidora Camela Hernández mandó el oficio CSAP-200-2025 para convocar a la instalación del comité el pasado 21 de julio, en el caso de la Jurisdicción Sanitaria 5, y el día 24 en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud.
Esa situación llevó a que no hubiera tiempo para planear la apertura del comité por parte de las autoridades sanitarias.
La regidora al verse exhibida –ayer en una reunión del Cabildo– de haber provocado este conflicto, se justificó con el argumento pueril: “a la Secretaría de Salud no le interesa el municipio de Cuautlancingo”.
Al final, quien quedó exhibida fue la regidora Evelyn Yadira Camela Hernández, en el sentido de que le interesa más las intrigas políticas, que solucionar los problemas del municipio que aspira a gobernar.