Una institución educativa de reciente creación que comenzó con el pie izquierdo por la inexperiencia de su directora general y la ambición de dos de sus subordinados es la Universidad de las Ciencias Policiales y de Seguridad Pública del estado de Puebla.
La universidad que nació con la idea de agrupar a las académicas policiales existentes y el propósito de profesionalizar a los elementos de los diferentes cuerpos de seguridad de Puebla y entidades circundantes ha experimentado cambios importantes en su organigrama.
De entrada, dos de sus fundadores y soportes han sido relevados. Se trata del vicerrector académico, Renato Vélez Campos, y del vicerrector operativo, Germán Rodríguez Maldonado.
Una causa que ha sido decisiva en el torpe arranque de esta universidad es la inexperiencia de su rectora, la maestra Silvia Victoria Serrano Zafra, quien nunca antes había ocupado un puesto de relevancia de la administración pública estatal, federal o municipal.
La licenciada y maestra en Ciencias Políticas se había desempeñado como docente en la Escuela Militar de Sargentos, en la licenciatura en Seguridad Pública del Heroico Colegio Militar, en la Universidad Iberoamericana de Puebla y en la maestría en Políticas Públicas del Instituto de Educación Digital del estado de Puebla en sus campus de Atempan y Zacapoaxtla.
De su candidez e impericia se han aprovechado Sebastián Andrés Astete Fernández, de origen chileno, una recomendada de este, Cinthia Patricia Osorio Castelán, que venía de ser directora jurídica del Sistema Estatal DIF en el gobierno de Miguel Barbosa, y Guadalupe del Carmen Gómez Tetetla, quien fue designada directora de Vinculación.
Esta última ya consiguió que su pareja, Fabiola Lucero Méndez, con quien hizo historia al convertirse en una de las primeras parejas del mismo sexo en contraer matrimonio en Puebla, cobre en la Universidad de las Ciencias Policiales sin trabajar.
Gómez Tetetla es una de las mejores amigas de la rectora.
El chileno no figura en la nómina del organismo público descentralizado, pues cobra a través de un tercero como analista especializado. Astete funge como asesor de la rectora y aprovecha cualquier circunstancia, curso, capacitación o reunión con presidentes municipales, para llevar clientes a dos de sus empresas, la Agencia de Investigación, Científica, Pericial, Criminal y Corporativa y el despacho Corporativo Jurídico Pericial CCA del que es socio fundador.
Cinthia Osorio hace las veces de directora jurídica, de hecho, intentó autonombrarse vicerrectora, y funge como la directora de la Academia de la Policía Estatal, y ha sido el instrumento de Sebastián Astete para echar de la universidad a los que les estorban en sus negocios.
Ante el bache por el que atraviesa la institución, han entrado en auxilio de la rectora el secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, y el secretario de Seguridad Pública, el vicealmirante Francisco Sánchez González, para fortalecer la matrícula y la eficiencia terminal, pues desde que se fundó la Academia Ignacio Zaragoza, el 5 de mayo de 2012, hasta diciembre de 2024, solo se han entregado 200 títulos profesionales.
La Universidad de las Ciencias Policiales y de Seguridad Pública del estado de Puebla tiene a unos 120 alumnos repartidos en una licenciatura en seguridad y protección ciudadana, dos maestrías en seguridad pública y metodología de la investigación criminal y un doctorado en ciencias policiales y seguridad pública.
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