La administración del gobernador Alejandro Armenta enfrenta una disyuntiva reconocida por la propia secretaria de Finanzas, Josefina Morales Guerrero, quien el pasado lunes reveló que Puebla aún tiene comprometidos recursos por 32 millones de pesos en Casa de Bolsa Vector, señalada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por lavado de dinero e intervenida por las autoridades hacendarias de nuestro país.
La historia data de la administración marinista, durante la cual se colocaron recursos estatales por una suma aproximada de 201.6 millones de pesos para obtener rendimientos. Esto ocurrió entre marzo de 2008 y febrero de 2009.
El fondo de inversión quedó colocado hasta 2033. De hecho, ya se han recuperado recursos por 169.5 millones de pesos, y el pasado 25 de marzo, el Gobierno de Puebla recibió un pago por parte de esta institución de alrededor de 15.5 millones de pesos, según lo revelado por la propia secretaria de Finanzas.
Queda, pues, un remanente de 32.1 millones de pesos en esta institución, cuyo destino es incierto, especialmente ante la intervención de Casa de Bolsa Vector por parte de las autoridades hacendarias de nuestro país. Si las acciones de Puebla se pusieran a la venta, se perdería mucho dinero, y tal vez no se puedan mover debido a los problemas legales de esta casa de bolsa.
Es posible que el Gobierno pierda estos 32.1 millones de pesos, una herencia maldita del marinismo de la que se sabía poco, al igual que del fideicomiso colocado por la administración de Rafael Moreno Valle en el también intervenido CI Banco.
La historia de este fideicomiso es la siguiente, aunque en este caso sí hay posibilidades de recuperar los recursos. El Gobierno de Puebla mantiene un fideicomiso con CI Banco por 98.7 millones de pesos, constituido en 2012 durante la administración de Rafael Moreno Valle. Este monto está en proceso de ser transferido a BBVA México. Habrá que estar pendientes y preguntar si finalmente se lograron recuperar esos recursos.
En total, se trata de fondos por alrededor de 130.8 millones de pesos, una cantidad nada despreciable que Puebla no puede permitirse perder, dado el contexto de tantas necesidades en la entidad.
Esto recuerda la triste historia de los recursos invertidos por la administración de Miguel Barbosa, quien, entre el 9 de junio y el 7 de septiembre de 2021, invirtió 3 mil 006 millones de pesos en Banco Accendo a través de 14 operaciones financieras.
De estas, 11 fueron exitosas, generando ganancias por 7 millones 428 mil pesos. Sin embargo, las últimas tres operaciones, realizadas el 7 de septiembre de 2021 por un monto de 606 millones 127 mil pesos, resultaron en una pérdida, ya que el banco se declaró en quiebra tras la revocación de su licencia por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. De estos recursos, solo se han recuperado 2 millones de pesos, y, según diversos especialistas, será muy difícil recuperar el resto.
De manera similar, la administración de Barbosa colocó recursos de los poblanos por 6 mil 800 millones de pesos en Fondika S. A. de C. V., una institución financiera dedicada al manejo de fondos y portafolios de inversión, también en 2021.
La administración de Sergio Salomón Céspedes afirmó haber recuperado la totalidad de los recursos, aunque no está claro si esto es cierto. Sin embargo, hay una investigación abierta, ya que los recursos colocados en Fondika correspondían a fondos federales del FAEF y se invirtieron a una tasa de rendimiento sospechosamente baja. Ojalá el Congreso del estado, la Auditoría Superior y la Secretaría de Buen Gobierno presten más atención cuando se lleve a cabo la revisión de la cuenta pública del Ejecutivo estatal, para aclarar de manera oportuna el tema de las inversiones gubernamentales en fondos de inversión.
Estas están permitidas por ley, pero los gobiernos rara vez rinden cuentas.