La delegación del Registro Agrario Nacional (RAN) en Puebla ha vivido en crisis a lo largo del último lustro, en medio del caos, los abusos y la corrupción, en detrimento de miles de campesinos que pertenecen a los mil 79 ejidos del estado. Es una etapa de desastre que, por ahora, no se visualiza un posible arreglo frente a la indiferencia del gobierno federal.
Para nadie es un secreto que la delegación del RAN es controlada desde hace poco más de 6 años, de manera directa e indirecta, por Nora Esquitín de la Madrid, quien actualmente es la titular de la Dirección de la Tenencia de la Tierra y de la Población a nivel estatal.
El padre de Nora Esquitín es Francisco Esquitín Alonso, quien es subsecretario de Desarrollo Rural en el Poder Ejecutivo estatal.
Ambos miembros de la misma familia Esquitín no solamente se dedican a temas agrarios y de tenencia de la tierra, sino son parte de las redes de intereses de unos de los caciques más importantes en el estado de Puebla: Ardelio Vagas Fosado, un personaje que ha gravitado en gobiernos del PRI, el PAN y ahora en la 4T.
Vargas Fosado tiene dos aspectos cuestionables, que dan miedo: ha sido participante de emblemáticos actos de represión a movimientos sociales –en su faceta de jefe policiaco– y siempre ha protegido los abusos de los ganaderos de la Sierra Norte, como político oriundo de esa región de la entidad poblana.
Por eso llama la atención que, de unos meses a la fecha, el RAN solo estaría atendiendo trámites agrarios de grupos campesinos de la Sierra Norte de Puebla.
Es una conjetura que ha sido denunciada, mediante redes sociales, por personal del propio RAN.
Curiosamente los Esquitín son de Venustiano Carranza y Ardelio Vargas de Xicotepec de Juárez, ambos municipios del norte de la entidad.
¿Qué se está tramando? Es una pregunta que, por ahora, no tiene respuesta.
El resto de los ejidatarios de la entidad los han ignorado en las oficinas del RAN.
A principios de año a los campesinos que se presentaban a solicitar alguno de los 55 trámites que ahí se realizan y no era de la Sierra Norte del estado, se les negaba la atención bajo el argumento de que no había formatos y papel membretado para entregarles los dictámenes del RAN.
Ahora, ya no se argumenta la falta de papelería, simplemente se aplazan los trámites, sin importar que los representantes de los núcleos agrarios estén esperando desde hace un año la entrega de un título de derechos o un certificado parcelario.
Nora Esquitín llegó a la delegación del RAN al inicio del sexenio anterior.
Cuando a principios de 2020 estalló la emergencia sanitaria del Covid 19, esa situación detonó en el RAN una red de corrupción, que consistía en vender los turnos hasta en 11 mil pesos para que los campesinos obtuvieran un turno para hacer procedimientos burocráticos.
Nora Esquitín dejó la delegación del RAN y es la fecha, cuando ya lleva 8 meses el actual sexenio, que no se ha nombrado formalmente a un nuevo delegado del Registro Agrario Nacional.
El actual titular es Alfredo Enríquez, quien es encargado de despacho y resulta que quien lo recomendó es: Nora Esquitín.
Filtraciones de trabajadores del registro sostienen que Enríquez seguiría recibiendo instrucciones directas de la ex delegada.
No cabe duda de que en Puebla el poder de los caciques sigue intacto.
Y que la 4T ha sido un fraude para librar a los campesinos de los “coyotes” y los caciques. Como también lo fueron el PAN y el PRI. Es una culpa de toda la clase política.